Las dietas del edil de cultura caldean el último pleno del año en Láncara

Los ediles aparcaron la crispación para el brindis navideño. vázquez rivas
photo_camera Los ediles aparcaron la crispación para el brindis navideño. vázquez rivas

El último pleno del año de la corporación de Láncara se vivió en un ambiente caldeado y con las dietas del concejal de cultura, Andrés Caballero, como principal punto de polémica.

El portavoz socialista, Darío Piñeiro, abrió el debate criticando la entrega de un talón por importe de 1.000 euros al concejal para gastos de un viaje a Barcelona, en representación del Concello, para asistir a un homenaje que le tributaban al lancarés Basilio Losada.

Piñeiro consideró excesivo el importe del talón y Caballero argumentó que ya devolvió más de la mitad de los 1.000 euros al no haberlos gastado. Dijo también que el portavoz socialista «cobrou 50.000 euros nos dous anos nos que foi alcalde», ante lo cual Piñeiro replicó haber percibido «o que se aprobou en pleno».

Cuando este punto ya parecía zanjado, se sometió a votación el pago de dietas por importe de 320 euros al mismo concejal por seis viajes a Lugo (cinco medias dietas de 55 euros cada una, y una sexta de 45 euros). El asunto generó un nuevo enfrentamiento entre Piñeiro y Caballero, quienes llegaron a insultarse, por lo que el concejal del BNG pidió moderación.

En opinión del PSOE, se trata de un nuevo gasto excesivo e injustificado. El edil de cultura, quien presentó un informe de todas las actividades realizadas dentro de sus delegaciones, sostuvo que los seis desplazamientos tenían como fin realizar gestiones para lograr subvenciones para el municipio.

A la hora de votar estas dietas se abstuvo uno de los concejales del gobierno, el independiente Carlos Fernández, en sintonía con la postura mantenida en una comisión anterior. El propio Caballero también se abstuvo, por lo que las dietas fueron aprobadas con cuatro votos del grupo de gobierno (PP y Tega). El BNG se abstuvo y los tres ediles del PSOE -faltaba uno- votaron en contra.

PXOM

Otro de los asuntos polémicos fue un informe de la Confederación Hidrográfica sobre el Plan Xeral de Ordenación Municipal. La oposición fue muy crítica en este apartado porque, según dijeron, el PXOM de Láncara está parado en estos momentos porque el Concello no envió a la Confederación la información hidrológica que le solicitó en el mes de mayo.

El alcalde, Eladio Capón, reconoció que el Ayuntamiento no emitió el informe requerido y culpabilizó al redactor del PXOM de este retraso. Según dijo, la razón radica en que, después de más de un mes buscando el proyecto de la traída de agua de A Pobra (que data de 1968), esta documentación todavía no apareció, por lo que no se envió informe alguno.

Ya al término del pleno, el edil Carlos Fernández pidió disculpas a la oposición por un error en el pago de una obras en Galegos, por las que el contratista percibió 4.000 euros más de lo estipulado, cantidad que ya reintegró, dijo.

Estos hechos habían sido denunciados por Piñeiro, que en los ruegos se dirigió al gobierno con malas formas: «Os acordos do pleno pasádelos polas pelotas», dijo.

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