Los arqueólogos que trabajan en las cuevas de Valdevara, situadas en Becerreá, finalizaron la semana pasada los trabajos de excavación. Los hallazgos de esta campaña han reafirmado las hipótesis de años anteriores y todo apunta a que podría haber en las grutas nuevos estratos más antiguos. En julio del próximo año reanudarán las labores para intentar encontrarlos.
En el yacimiento de la cantera próxima a las cuevas, la campaña de este año finaliza sin que se haya encontrado nada significativo. El arqueólogo que dirige las excavaciones, Manuel Vaquero, confirma que en este lugar han terminado de forma definitiva los trabajos. «Sólo quedaba un depósito y hemos constatado que ya no hay nada más en los yacimientos», explicó.
Las cuevas de Valdevara forman parte de una franja caliza que se extiende desde el Cantábrico hasta León y son de las más importantes de la comunidad gallega por todos los hallazgos que han dejado al descubierto.
Los equipos de arqueólogos de las universidades de Santiago y de Tarragona llevan cinco años trabajando en estas grutas y a lo largo de todo este tiempo han encontrado numerosos restos que les han permitido constatar la existencia de asentamientos humanos de hasta 20.000 años de antigüedad. Cada vez que encuentran un pequeño residuo lo transladan al laboratorio que han instalado en Becerreá y durante el invierno proceden a su análisis y datación.
En las cuevas han aparecido indicios de ocupación humana de distintas épocas. Los más antiguos son del Paleolítico y dan cuenta de grupos nómadas de cazadores que se instalaban en las cuevas y se marchaban cuando se les acababan los recursos. Los restos del Neolítico permiten constatar la presencia de poblaciones estables de agricultores y ganaderos. Se han hallado también restos de un enterramiento infantil datado en la Edad de Bronce.
Las grutas de Valdevara han dejado al descubierto piezas de todo tipo como huesos de animales o personas, colgantes realizados con conchas y pequeños restos de cerámica.
En la cantera próxima han aparecido restos de animales mucho más antiguos que los de humanos. Se han hallado residuos de rinoceronte, bisonte, león, hiena y pantera europea, entre otros muchos, cuya antigüedad supera los 100.000 años.
