La Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco-Cecopesca) expone hoy al Gobierno central los problemas de esta industria para abastecerse de atún como materia prima. Por ello solicitarán una cuota de importación europea de 30.000 toneladas de atún sin aranceles en el periodo de 2013-2015, frente a las 15.000 autorizadas en la actualidad con un gravamen del 6%.
La industria conservera busca así una solución que le permita tener materia prima porque «cada vez es más difícil competir» con otros países, sobre todo del Pacífico, «lo que contrasta con los beneficios de los grandes barcos atuneros». La industria también pide vigilar el impacto de las conservas procedentes de naciones como Papúa Nueva Guinea o Fiji. Los acuerdos de asociación entre la UE y estos países flexibilizan las normas de origen y en la práctica facilitan el acceso de los productos de esa zona, mucho más baratos, al mercado comunitario. Estos convenios propician inversiones de países competidores de la industria europea como Tailandia, Filipinas, Taiwan y China
La patronal pesquera Cepesca rechaza la petición de Anfaco, que en su opinión se debe a la intención de las conserveras de «competir en el mercado de las latas de atún a bajo precio, tirando la cotización de la materia prima, con pescado procedente de flotas poco responsables, en lugar de optimizar el precio de la lata en contra de la opinión de grandes marcas atuneras españolas que apuestan por la calidad, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad, y que se oponen dentro de Anfaco».
Cepesca considera que la liberazación de las importaciones de atún será la base para lograr la total liberación de las importaciones de latas de atún, «lo que supondría la ruina tanto para la flota atunera española y comunitaria, como la de la propia industria conservera, que con una visión cortoplacista solo busca proveerse de materia prima a bajo precio.»
