La primavera y el verano siguen siendo las estaciones preferidas por los mariñanos para sus celebraciones familiares, principalmente las bodas. Pero este año, la crisis económica repercute en estos eventos, de forma que cada vez son más los entes locales que se han decidido a cobrar, la mayoría 100 euros, por oficiar las ceremonias nupciales, justo cuando los enlaces por la Iglesia han descendido en la zona casi un 20% en los dos últimos años.
La diócesis de Mondoñedo-Ferrol registra un descenso de un centenar en el número de bodas católicas oficiadas, ya que de las 535 celebradas en 2009, la cifra pasó a 486 en el 2010 y el año pasado fueron 435. La edad para contraer matrimonio se sitúa entre los 25 y los 35 años. Algunos sacerdotes se explican estos datos con que «hoxe vívese nun mundo no que a xente nova prefire non asumir compromisos».
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