Las bandadas de estorninos vuelven a ser un problema en Ribadeo. En los últimos años, estas aves fueron regresando poco a poco a la villa ribadense en otoño hasta que ahora alcanzaron unas cantidades ya bastante importantes y están generando de nuevo quejas ciudadanas por diversas cuestiones.
Como es habitual, las bandadas se mueven conjuntamente en curiosas formaciones muy densas que ocupan las escasas zonas arbóreas que quedan en el centro de Ribadeo, sobre todo en la parte de O Xardín o también en otras zonas más alejadas, como Ove o A Devesa.
Sus excrementos son muy corrosivos y muy abundantes y además también están ocasionando problemas con el ruido que hacen en algunos momentos del día.
Esta problemática le fue ya planteada al concejal de medio ambiente, el nacionalista Horacio Cupeiro, que adelantó que el lunes los representantes dos empresas acudirán al Concello para ofrecer soluciones para frenar la presencia de estos pájaros.
En todo caso, su opinión personal es que en realidad «estas bandadas de paxaros son un aunténtico espectáculo que forma parte da natureza e tamén teñen dereiro a existir». Por eso apunta que solo actuarán «no caso de que haxa problemas graves que afrontar ou tamén nalgún caso concreto dalgún veciño que se poida ver especialmente afectado, pero en xeral pensamos que é mellor non actuar» y dice que lo que más les preocupa son sus excrementos, que reconoce que son corrosivos.
La concejala del Partido Popular ribadense Campo López Braña se hizo eco de esta situación y considera que la acumulación de estorninos es ya tan importante que se hace necesaria una intervención del gobierno municipal.
La propia López Braña recordó que la primera vez que se hizo necesaria la intervención municipal para solucionar el problema de estas aves fue en el año 2005, cuando gobernaban en Ribadeo de forma conjunta el Partido Socialista con Balbino Pérez Vacas como alcalde y el actual regidor, el nacionalista Fernando Suárez Barcia, entonces como teniente de alcalde.
Entonces, Pérez Vacas hizo venir a una empresa de la provincia de A Coruña que instaló una serie de altavoces que imitaban el sonido de un ave que se dedica a cazar a los estorninos. La idea fue cara pero muy efectiva, y de hecho estas bandadas de pájaros tardaron años en regresar a la localidad.
Campo López Braña explica que desde el gobierno municipal «no deben despachar este asunto aludiendo a que adoptar medidas es algo muy caro y que hay que priorizar», como hizo el año pasado Horacio Cupeiro.
Entiende que el problema tiene una entidad suficiente como para ser atendida «porque hay que tener en cuenta toda la suciedad que generan estos animales. Sus excrementos son muy corrosivos, cuasan un montón de daños en las viviendas, como mostraron los vecinos en numerosas ocasiones, así que todo eso lo deben contemplar desde el gobierno local».
