Un año más, y ya van 21, la Feira do Queixo e o pan de Ousá demostró un gran poder de convocatoria y atrajo a Friol a cientos de personas, que adquirieron alrededor de 8.000 quesos. Al final de la mañana, la mayoría de los más de cien puestos que se instalaron en el recinto, abarrotado en todo momento, había agotado su mercancía.
Como en ediciones anteriores, la Feira do Queixo e o Pan de Ousá convirtió Friol en un hervidero de gente, procedente de los municipios próximos, pero también de otros puntos de la provincia y, sobre todo, de la capital provincial. Entre las once y media y las doce de la mañana, hubo colas en los accesos a la villa, especialmente en la carretera de Lugo.