Las Anpas de A Mariña organizan bancos de libros alternativos a los de la Xunta en los centros

Colegios e institutos están obligados a gestionar sus propios fondos. El cambio de manuales podría dejar a escolares sin ayudas este año
Banco de libros del Virxe do Carme, el pasado curso
photo_camera Banco de libros del Virxe do Carme, el pasado curso

El final del curso escolar es sinónimo de inicio de problemas para los padres, pensando ya en el desembolso que deben hacer para adquirir los libros de texto del curso siguiente. Una tarea que este año se complica algo más por la entrada en vigor del decreto que regula la Lomce, por el que algunos cursos cambian de manuales, en el caso de los pares en primaria y los impares en secundaria, años para lo que hay establecido ayudas de la Consellería de Educación para la compra de libros en el caso de las familias de rentas más bajas, unas subvenciones que conviven con el fondo solidario de libros de texto, promovido también desde la Xunta para los cursos impares en primaria y pares en secundaria.

El problema surge en aquellos centros en que los libros que se deberían haber cambiado el pasado año no se modificaron, puesto que el decreto no se promulgó hasta septiembre y la propia Xunta fijaba una moratoria para su entrada en vigor, por lo que algunos centros se encuentran con que ni tienen libros en el fondo y las familias se quedan sin ayudas para su adquisición.

Por ello, muchos padres están pendientes del ansiado día de recoger las notas, pues con el boletín se entrega la lista de libros a usar para el curso siguiente. Será entonces cuando sepan si les valdrán de cursos anteriores.

"Confiamos en que alguno valga", aseguran desde la Asociación de pais e nais de alumnos (Anpa) del instituto Vilar Ponte de Viveiro, que gestiona un banco de libros alternativo al del centro, y donde ya comunican que el miércoles y jueves de la semana que viene estarán en el local para recoger los libros que la gente quiera donar.

En su caso, como en el resto de asociaciones, solo se admiten libros comprados sin ayudas de la Xunta -estos obligatoriamente deben entregarse al centro- y entregar los que se presentaron el año anterior desde el Anpa. Con este fondo, se van dando a las familias que lo soliciten, teniendo en cuenta requisitos diferentes a los marcados por la Xunta; es decir, en el caso de las Anpas no se tienen en cuenta los recursos económicos de las familias, sino que se priman aspectos como el número de ejemplares donados y el estado de los mismos, criterios que siguen prácticamente todas las entidades.

"Colaboramos en la medida que podemos con todas las familias que lo piden", afirman desde la Anpa del IES focense, donde ya han recibido muchas llamadas para tratar de hacerse con los libros, pero aún están pendientes de los que marque el centro para el año próximo.

Buena parte de los colegios de la comarca también cuentan con banco de libros, donde recogen, clasifican y puntúan el estado de cada manual. Las ayudas de las Anpas son compatibles con las aportadas por la Xunta, por lo que los padres pueden completar el número de ejemplares si no les llega el cheque o el fondo de libros en insuficiente.

Los centros de enseñanza, que tienen obligación de gestionar los fondos, recibieron una circular de la Xunta con los libros que deben devolver cada alumno, requisito imprescindible para poder optar a nuevas ayudas.

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