(AVANCE DE LA EDICIÓN IMPRESA)
Las obras de Sargadelos, desde los colgantes, amuletos, vajillas y figuras representando oficios tradicionales se agigantaron este sábado en Burela, pues los diseños de la cerámica «más representativa de la comarca y la más conocida internacionalmente» fueron los escogidos este año como motivo común de la alfombra floral, de casi un kilómetro de longitud, que representa el acto más multitudinario de las fiestas patronales.
Vecinos de todas las edades se echaron a la calle para dar forma a auténticas obras de arte, en las que se utilizaron flores y ramas verdes, además de serrín, viruta, sal y caolín, que se tiñen para conseguir el color deseado.
Son muchas horas de rodillas, cuclillas e incluso tumbados para dar forma al diseño, que previamente se marca en la calle, con la dificultad que añaden las curvas de algunos tramos, «donde hay que medir mucho para marcar las líneas y centrar los dibujos», recuerda Martín Soto, el responsable de uno de los cinco tramos y al que se le ocurrió la idea de la cerámica cervense.
El trabajo no fue solo este sábado, sino que muchas manos llevan casi un mes cortando verde y cogiendo flores para que todo estuviese listo, un trabajo para el que no se cansan de pedir voluntarios, con el fin de que la tradición continúe.
