La Xunta acondicionará la iglesia de A Pena para que pueda reabrir sus puertas

La Dirección Xeral do Patrimonio Cultural acondicionará la iglesia de Santa María da Pena, en el concello sarriano, con lo que el templo podrá volver a abrir sus puertas.

Los trabajos tendrán un presupuesto de alrededor de 40.000 euros y conllevarán el "adecentamento xeral da igrexa", informó la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria. Según este organismo, la actuación se encuentra en la actualidad en trámites de adjudicación y permitirá poner de nuevo en servicio el templo luego de que fueran restauradas las pinturas murales que aparecieron en el presbiterio.

El templo sarriano sufrió un derrumbe en la cubierta, en la parte del altar mayor, en octubre de 2013, el cual permitió dejar al descubierto estos murales que datan del siglo XVI. Las pinturas ocupan el altar mayor y representan la escena de la Anunciación y la figura del Padre Eterno. El mural continúa por los laterales del altar con motivos geométricos de una época posterior. Las pinturas fueron restauradas a principios de este año, actuación que fue financiada por la Administración autonómica y contó con un presupuesto de algo más de 14.000 euros.

CAÍDA DE LA CUBIERTA. Tras el derrumbe, el Obispado de Lugo financió la renovación de parte de la cubierta para evitar mayores daños en el templo y proteger las pinturas. Estos trabajos se ejecutaron a finales del año 2013 y afectaron a la zona del presbiterio, además de efectuarse intervenciones puntuales en otras partes de la iglesia en la que había goteras.

Aquel desprendimiento ocasionó desperfectos en el retablo mayor del templo, el cual es del siglo XVIII y no ocupará de nuevo su lugar en la iglesia porque está previsto que las pinturas queden visibles al público.

Con las actuaciones que llevará a cabo próximamente la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural se pondrá en valor el templo, que se encuentra sin culto desde hace alrededor de cuatro años. El deterioro del inmueble, el traslado del cementerio, la bajada de población y la falta de curas fueron espaciando las misas en Santa María da Pena hasta que dejaron de celebrarse.