La Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio acaba de dar por concluida la segunda fase de las obras de ampliación y mejora de la red de abastecimiento de Cospeito, unos trabajos que contaron con un presupuesto de más de 500.000 euros.
El director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, visitó ayer el municipio para hacer entrega al alcalde, Armando Castosa, de la documentación y las llaves, para que sea la administración local, a partir de este mismo momento, la que se encargue de la conservación y el mantenimiento de estas renovadas instalaciones.
En la primera fase, con un presupuesto de 1,4 millones, se construyó una estación de tratamiento de agua potable y un depósito de 1.500 metros cúbicos en Infesta, y se instaló la conducción principal. Ahora, los trabajos se centraron en dotar de servicio de abastecimiento adecuado las parroquias de Pino, Rioaveso, Seixas, Sistallo, Támoga y Vilapene, garantizando un suministro de agua «en calidade e cantidade».
La ejecución consistió en instalar una red de tubos de polietileno de alta densidad, formada por una conducción general que se conectará a cuatro ramales, y en el refuerzo del depósito de Feira do Monte, debido a que, según apuntan desde la Xunta, «a captación da cal se alimenta presenta problemas en época estival, polo que se incluíu unha conexión co propio depósito que ten unha capacidade de 1.500 metros cúbicos e que ofrecerá un caudal constante de 3,5 litros por segundo».
La delegada territorial de la Xunta en Lugo, Raquel Arias, también participó en la visita y destacó la importancia de este tipo de actuaciones, que «redundan no beneficio dos veciños do medio rural ao incrementarse e mellorarse as infraestruturas das aldeas ofrecéndolles servizos de calidade que, ademais, repercuten no coidado e na protección do contorno».
El alcalde, Armando Castosa, secundó las palabras de Arias y añadió que «el abastecimiento de agua potable ocupó, ocupa y seguirá ocupando un lugar prioritario en la gestión de nuestro gobierno», al tiempo que recordó que la «dispersión» sigue siendo una dificultad añadida para dar servicio a todas las viviendas.
