La Xunta abrirá ventanas románicas tapiadas con ladrillo en la catedral

La Xunta abrirá varias ventanas románicas de la catedral -tapiadas hasta ahora con ladrillo- dentro del proyecto de acondicionamiento de la planta bajocubierta situada encima de las antiguas sacristías de las capillas del Pilar y de San Froilán y también sobre esta última capilla.

"Actualmente, o tellado está cortando os vanos das ventás románicas. Coas obras preténdese despexar as ventás e abrir lucernarias na cuberta. As ventás, que están nos muros da nave lateral da catedral, dan ao Museo Diocesano e ao triforio e están entre os tellados e as bóvedas. Esta recuperación dos ventanais devolveralle a dignidade á fábrica románica xa que levaban desde os anos 60 nesta situación, tapiados con ladrillo", afirma el delegado diocesano de Patrimonio Cultural, César Carnero.

El plazo de licitación de la contratación de estos trabajos -que también permitirán dotar al Museo Catedralicio de un almacén en la bajocubierta para el material que no está en exposición- se abre hoy, como publicó ayer el Diario Oficial de Galicia a través de un anuncio de la consellería de Cultura.

La empresa a la que se le adjudiquen los trabajos tendrá un plazo de cuatro meses para terminar las obras, que se realizarán con un presupuesto de 150.560 euros. El proyecto fue redactado en enero de este año por el arquitecto José María Alonso Montero, tras serle encargado por el Obispado tres meses antes.

Este tramo de la bajocubierta de la catedral -adosada al triforio en su Nave del Evangelio- está situado entre la puerta norte y la fachada neoclásica del templo y llevaba más de 50 años así, en estado de obra, "con paramentos sen tratar e mesmo sen instalación eléctrica", asegura, por su parte, el delegado en Lugo de la Xunta, José Manuel Balseiro, quien añade también que se hará la impermeabilización de las cubiertas.

CORO. El delegado diocesano de Patrimonio Cultural recuerda, por otra parte, la necesidad de rehabilitar cuanto antes el coro de la catedral, visiblemente afectado por la carcoma y también con otros desperfectos derivados del paso del tiempo.

"Iso é algo que ten prioridade porque o coro está moi deteriorado, pero trataríase dun traballo moi laborioso porque habería que desmontalo todo e habería que ter moito coidado para que non se danase. Hai ataques de carcoma e tamén xa hai pináculos caídos, sen esquecerse, ademais, de que habería que reforzar as estruturas", comenta.

Otro trabajo pendiente es el acondicionamiento del claustro, del maestro Fernando de Casas, para habilitar este lugar como un espacio de conciertos al aire libre y donde también se ubicaría un ascensor que daría accesibilidad al Museo Catedralicio. La realización de este proyecto podría llegar a costar un millón y medio de euros.