Al llegar de la guardería la pequeña Natalia Méndez canturreaba alguna que otra canción. Su pasión por la música nació cuando apenas podía levantar un palmo del suelo y, gracias al esfuerzo y al sacrificio, lleva once años dedicándose a lo que más le gusta. Su última actuación fue en As Pontes, en el Liceo, el pasado 15 de marzo.
Natalia es, para los que no la conozcan, una de las cantantes de la prestigiosa orquesta Los Satélites. Ahora, inmersa en el éxito, recuerda que los inicios, como suele ser habitual, no fueron fáciles. «La primera vez que me subí a un escenario tenía 17 años, mi primer trabajo fue en una orquesta con la que estuve solo un mes porque se estropeó el equipo y no teníamos dinero para arreglarlo», recuerda.
A estas penurias económicas se sumaban además, por aquel entonces, otro tipo de penalidades. «Ahora las recuerdo como anécdotas divertidas pero la verdad es que cuando empecé teníamos que ayudar a desmontar y muchas veces dormíamos a la intemperie, sobre todo en la época de verano», rememora.
