La vista en la que declaran Urdangarín y Torres será a puerta cerrada

La juez que prohibió difundir los correos íntimos del duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha acordado celebrar a puerta cerrada la vista de mañana, a la que han sido citados a declarar como testigos el marido de la infanta Cristina y su exsocio Diego Torres, para resolver si mantiene su prohibición.

La titular del juzgado de primera instancia número 46 de Barcelona justifica la decisión de celebrar la vista a puerta cerrada con el objetivo de proteger el derecho a la intimidad de Iñaki Urdangarin, que fue quien reclamó al juzgado que se vetara la difusión de correos electrónicos que afectasen a su intimidad.

Según la juez, la vista de mañana, que ha despertado una gran expectación por la presencia del duque y de su exsocio, ambos imputados en el caso Nóos, "no tiene interés general y resulta intrascendente al público", ya que se trata de un trámite "meramente procesal" tras el cual tendrá que proceder a ratificar o revocar la prohibición de difundir los correos.

La juez acordó el pasado 15 de abril, como medida cautelar, prohibir la difusión de correos electrónicos que afectasen a la intimidad de Iñaki Urdangarin, a raíz de la demanda que este presentó contra su exsocio y ocho grupos editoriales por vulneración del derecho al honor.

Urdangarin solicitó una simbólica indemnización de un euro -más costas judiciales- a cada una de las partes contra las que dirigió el litigo, al tiempo que reclamó que se prohibiera la difusión de correos electrónicos que afectasen a su intimidad.

A lo largo de la instrucción del caso Nóos, el exsocio de Urdangarin Diego Torres ha presentado en el juzgado numerosos correos electrónicos atribuidos al duque de Palma, que se han ido incorporando al sumario y que, en algunas ocasiones, han sido publicados en la prensa.

La juez estima que celebrar la vista de mañana a puerta cerrada, "lejos de reducir las garantías del proceso, tiene como finalidad justamente facilitar el correcto desarrollo del mismo y garantizar que la protección a la intimidad que se solicita sea salvaguardada".

Únicamente Titania Compañía Editorial SL, uno de los grupos editoriales a los que Urdangarin demandó, se había opuesto a que la vista se celebrara a puerta cerrada, alegando que no había fundamento ni razón

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