Champivil, la firma vilalbesa de venta de productos silvestres y autóctonos gallegos, lidera estos meses la venta de lengua de vaca en España, una variedad de seta poco valorada en Galicia pero un clásico de los menús, sobre todo en estas fechas navideñas, de países como Francia.
"De octubre a mediados de diciembre todo lo que se comercializó en España fue desde aquí", indica la gerente de la firma vilalbesa, Luz Divina Castelo, que explica que en los últimos días se empezó a vender algo desde Portugal, pero que la producción descendió mucho este año por lo que la lengua de vaca alcanzó "precios históricos" esta temporada.
"Normalmente se paga a unos cuatro o cinco euros el kilo y llegó a estar a 15 por la poca cantidad que hay", dice Luz Divina, que explica que en la temporada pasada, en 2016, comercializaron entre noviembre y diciembre 35.140 kilos de lengua de vaca desde Vilalba y que este año, en los mismos dos meses, no llegaron a 20.000.
Se exporta mayoritariamente a Francia, a donde se va el 85%. Del resto, un 10% se envía a Gran Bretaña y el otro 5% se reparte entre Alemania, Holanda o Luxemburgo
"Aún así somos los máximos productores y hay que potenciar esto. En Galicia es una seta de invierno que aún se está conociendo. Somos mucho de boletus, pero hay otras muchas especies. Y en otros países como Francia se valora y se paga a precio de marisco en estas fechas", dice la responsable de la empresa, que aboga por darle un mayor valor y protección al producto autóctono.
"En un año donde apenas hay producción, Terra Chá es un lugar donde nunca se queda sin nada", dice, mientras nombra algunas zonas de buena producción como de Muimenta a Meira, Baamonde y de Begonte hasta Friol. "Antes había muchísima en la zona de San Andrés de Teixido y Ortigueira, pero ya casi no hay", dice.
La producción de lengua de vaca, como otras temporadas, se exporta mayoritariamente a Francia, a donde se va el 85%. Del resto, un 10% se envía a Gran Bretaña y el otro 5% se reparte entre Alemania, Holanda o Luxemburgo.
Champivil cierra este año con 23.000 kilos de boletus comercializados –el que más salida tiene–. Se sitúa después la lengua de vaca y la cantarela tubaeformis, la cantarela cibarius y la trompeta de los muertos. Se venden en fresco, deshidratadas o en conserva y los boletus también se congelan. La empresa diversificó su producto con la venta de grelos –comercializaron 140.000 kilos en 2016–, berzas y ortigas, la última apuesta de la firma vilalbesa.
