La uva blanca anima los bancales

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La vendimia en la Denominación de Origen (DO) Ribeira Sacra empieza a coger ritmo. A la bodega Algueira, que inauguró la campaña el jueves, se sumaron el fin de semana las bodegas Val de Quiroga, Décima y A Frieira. Estas dos últimas están también ubicadas en la subzona de Amandi, al igual que Algueira. En la zona ourensana se trabaja además en los viñedos de Manzaneda pertenecientes a la Sociedad Agraria de Transformación (STA) Alcer. Las cinco firmas comenzaron a retirar sobre todo las uvas blancas, aunque también se sacarán de los viñedos aquellas tintas maduras.

Las bodegas de la denominación de origen que ya están en vendimia y con sus lagares abiertos no detendrán su actividad hasta que retiren toda la producción. No obstante, podrían efectuarse parones a la espera de que en algunos viñedos el fruto llegue a un grado de maduración esperado. Eso ocurrirá en atención a la clase de vinos que se quieran poner en el mercado.

El presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, que a su vez es propietario de la firma Décima, manifestó que las variedades de uva blanca en Amandi están en el «punto óptimo para llevarlas a las cubas», aunque en otras zonas aún es prematuro y no se empezará a vendimiar hasta mediados de mes.

Será entonces cuando se fije la fecha oficial de inicio de la vendimia. Hasta ese momento, el consejo regulador otorgará permisos según las peticiones que tramiten las bodegas y siempre que se cumplan los parámetros establecidos por los veedores del ente.

Mientras continúa poco a poco la vendimia de forma testimonial en viñedos amparados por la denominación, en el resto ya hay algunas familias en plena faena, aunque se espera que para el próximo fin de semana la actividad sea mayor, en especial en Quiroga y Amandi.

En familia

Las bodegas que comenzaron a vendimiar se surten hasta el momento de mano de obra de familiares, a excepción de Val de Quiroga. Retiran las uvas, las carretan y las vierten en las cubas por vínculos familiares o de amistad.

En Algueira, Fernando González cuenta estos días con una docena de personas y con la expectativa de llegar a tener que disponer de una quincena cuando haya más trabajos.

José Manuel Rodríguez añadió que, según la jornada, pues en las de fin de semana hay más apoyo familiar, la cifra de vendimiadores oscila entre diez y doce.

«Esto es así porque de otra forma sería inasumible. Pocas son las bodegas que cuentan con personal contratado. Solo es posible en grandes explotaciones», comenta el presidente del consejo regulador. Al mismo tiempo apuntó que si bien se «trabaja mucho, también hay que tener en cuenta que vendimiar es una fiesta».

Contratos

En la bodega Val de Quiroga, la de mayor producción de la Ribeira Sacra, las cosas son diferentes. «Ahora estamos 14 personas, contando al personal de oficina. Todo en nómina, aunque cuando la campaña llegue a su punto álgido se contratará una veintena más», precisó el propietario, Manuel Gómez, quien apunta un incremento en sus viñedos del 20% en producción. Si todo va bien, pasará de tratar 270.000 kilos de uva a 300.000.

Val de Quiroga, al igual que Regina Viarum, Adegas Moure, Rectoral de Amandi, Ponte da Boga, Santa María de Nogueira, Dominio de Bibei y Vía Romana juegan en otra división, al tener grandes producciones, pero el resto de las 90 bodegas de la DO, la media puede oscilar entre cifras como las de Algueira, con unos 90.000 kilos, y 13.000 que espera procesar la bodega Décima.

ENTRE BANCALES
Sin pasos en falso y con destreza

Las jornadas de vendimia en la Ribeira Sacra son para personas hechas de otra pasta. No es cuestión de fuerza ni de músculo. Un mal paso puede ser lamentable y repercutir en otros vendimiadores. Está claro que no vale cualquiera para andar por los bancales en estas condiciones.

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