La Unión modifica sus estatutos para abrir su sede a otros colectivos

También se cambiaron para que, en caso de disolución, la sociedad "quede para o pobo"
Los miembros de la directiva, durante la asamblea
photo_camera Los miembros de la directiva, durante la asamblea

La sociedad recreativa La Unión de Sarria aprobó modificar sus estatutos para abrirse a colaborar con otros colectivos, de forma que puedan organizar actividades en la sede de la histórica entidad.

La Unión ya viene cooperando en los últimos tiempos con otras asociaciones, pero no estaba contemplado en sus estatutos. "Pasamos a ter unha normativa de funcionamento máis moderna, antes era moi restrinxida. Xa estabamos colaborando con outros colectivos e agora recollémolo legalmente porque se alguén protestaba non podiamos seguir traballando con outras asociacións", explicó el presidente, José Quiñoá.

La entidad colabora habitualmente con Crearte, que organiza sus actividades en la sede de La Unión, o con Peleriños y la Rúa da Música para celebrar cada verano la Esmorga Popular.

Este cambio de los estatutos fue aprobado en la noche del viernes durante una asamblea extraordinaria de socios. También se introdujeron otras modificaciones en la normativa, como que, en caso de disolución de la sociedad, la propiedad "quedaría para o pobo, para o beneficio dos veciños". Hasta ahora se contemplaba que la entidad se repartiría entre los últimos socios.

CONTROL DEL GASTO. Los estatutos también determinan que la junta general podrá nombrar unos censores de cuentas "se os socios ven que non funciona a entidade" y que se fijará a la directiva un límite de gasto para evitar el endeudamiento. De esta forma, "se hai necesidade de gastar máis hai que celebrar una asamblea extraordinaria para que sexa aprobado", apuntó el presidente. La normativa contempla, además, que también podrán ser miembros de La Unión empresas, no solo personas físicas.

Antes de la asamblea extraordinaria en la que se aprobó la modificación de los estatutos tuvo lugar una junta ordinaria. En ella se trataron las cuentas y las actividades para este ejercicio. Asimismo, se decidió que la carpa de la sociedad pueda ser alquilada para eventos y banquetes cuando La Unión no organice ninguna actividad en estas instalaciones.

La carpa fue reformada en los últimos meses y la utiliza para comidas, charlas y otros actos sociales y culturales.

Por otro lado, los socios analizaron la situación de un árbol centenario ubicado en el jardín de la sociedad. Su gran envergadura y la caída de una rama provocaron quejas de vecinos, por lo que acordaron que el ejemplar sea estudiado por un técnico para decidir qué medidas tomar.

La normativa fija un límite de gasto para evitar el endeudamiento y la junta general podrá nombrar unos censores de cuentas

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