La última batida en Navia para hallar al desaparecido resulta infructuosa

De nada sirvieron los grandes esfuerzos que realizaron los vecinos y las fuerzas de seguridad para encontrar a Manuel Díaz Pérez, vecino de Tabillón, en Navia de Suarna, que desapareció de su domicilio el pasado 23 de octubre, sin que haya ningún indicio de su paradero.

La que podría ser la última batida oficial para encontrar al hombre de 55 años, aunque la familia asegura que no parará hasta encontrarlo, se inició ayer sobre las nueve de la mañana. Hacía niebla, pero pronto comenzó a levantar y el tiempo en esta ocasión no se convirtió en un obstáculo para la operación, como sí ocurrió en otras jornadas desde que el día 27 del pasado mes de octubre se organizaron las primeras partidas de búsqueda.

En el efectivo participaron más de medio centenar de vecinos y familiares, además de un nutrido grupo de agentes de la Guardia Civil y efectivos de Protección Civil de A Fonsagrada y Becerreá, que desde los primeros días están actuando en la búsqueda.

Perros
En esta ocasión, los agentes de la Benemérita acudieron con dos perros especializados en el hallazgo de desaparecidos, pero todos los esfuerzos resultaron infructuosos y no se encontró ninguna pista sobre el paradero del vecino.

El dispositivo amplió la zona de la búsqueda, que en un principio se había centrado en las inmediaciones de la casa en la que residía.

Fundamentalmente, las batidas habían discurrido por los montes de la parroquia de Muñís, por donde él salía a pasear todos los días y donde fue encontrado el bastón que solía utilizar habitualmente.

Este hecho hizo suponer a las fuerzas de seguridad y a los vecinos que no se podía encontrar muy lejos, porque tenía algunos problemas de movilidad, que le dificultarían mucho al caminar.

Según los familiares era un caminante muy ágil y fuerte, pero hace unos meses se rompió el fémur al caer desde el tejado de su casa, cuando intentaba arreglar unas losas, por lo que ahora andaba con dificultad.

La opción de que se perdiera tampoco tiene muchos visos de realidad, ya que Manuel Díaz Pérez nació y vivió toda su vida en la misma parroquia y conocía los caminos a la perfección.

Teléfono
Otro de los intentos fue localizarlo a través del teléfono móvil que, según los familiares, llevaba encima cuando desapareció.

Incluso, la Guardia Civil intentó triangular la zona de búsqueda a través de las antenas de telefonía móvil, pero la operación resultó infructuosa porque en una zona con pocas antenas resulta más difícil delimitar dónde podía encontrarse.

Durante días, mientras la Benemérita se ponía en contacto con las empresas telefónicas, ésta fue la única esperanza de los familiares y vecinos.

Helicóptero
Los intentos por encontrar a Manuel Díaz Pérez llevaron incluso a solicitar la presencia de un helicóptero del 112.

Las inclemencias meteorológicas impidieron que el aparato sobrevolase la zona en los primeros días, pero sí que lo hizo durante un domingo sin encontrar ni rastro de él.

Las fuerzas oficiales dieron por terminada la búsqueda con la batida de ayer. El alcalde de la localidad, José Fernández Fernández, que desde el primer momento se implicó activamente en la organización de la búsqueda, reconocía ayer que «despois de tantos días imos perdendo as esperanzas de atopalo».

El propio hermano del desaparecido, Francisco Díaz Pérez, reconocía a los pocos días de empezar su búsqueda que «está morto. Chegoulle o frío das últimas noites para morrer. Agora só nos queda que teñamos sorte e que atopemos o corpo».

En cualquier caso, los familiares no parecen dispuestos a dejar de buscarlo. Recientemente, declaraban a los medios de comunicación que seguirían la búsqueda aunque fuese sólo con sus medios.

Este tipo de desapariciones en la zona de A Montaña lucense son relativamente frecuentes. La orografía del terreno y el estado en el que se encuentran los montes, llenos de maleza, hacen muy difícil encontrar a una persona sin conocimiento. Recientemente fue encontrado un vecino en Cervantes que había caído con su coche a un barranco.

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