La Unión Europea, a través de la Política Agraria Común (PAC), garantizará hasta el 2030 los derechos de plantación de viñedos en la denominación de origen Ribeira Sacra, negándose, así, a liberar el sector dentro de 2015, lo que permitiría plantar cualquier tipo de variedad genérica en cualquier zona, independientemente de disponer o no de denominación de origen protegida.
Así lo explicó en la mañana de ayer en Monforte la eurodiputada por el BNG, Ana Miranda, quien se reunió con los miembros del consejo regulador de Ribeira Sacra. En su intervención, Miranda dijo que evitar «a liberalización do sector vitivinícola suporá evitar a sobreproducción por parte de empresas foráneas só interesadas nos aspectos económicos, a baixada de prezos e seguir mantendo unhos viños de calidade».
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