Según indican desde el departamento provincial, esta sería la primera fase de un proyecto más amplio para mejorar los problemas de humedad en el centro, que afectan a varias estancias. En las próximas semanas se cambiarán las ventanas de tres aulas que dan a la ría, la actuación más primordial, ya que las actuales son muy antiguas y tienen una ligera separación entre sus hojas, de modo que dejan entrar el aire y el frío. Desde el centro acogen con satisfacción esta mejora: «Por lo menos que los alumnos puedan estar en el aula sin abrigo y no perder el dinero de la calefacción que se va por la ventana», apunta la directora, Beatriz González-Moro.
La responsable del centro espera que esta actuación sea la primera de la larga lista de reformas que a su juicio necesita el instituto, «que debe tener cincuenta años y en el que se llevan muchos sin invertir dinero en mantenimiento de las instalaciones». Por eso su intención es seguir reivindicando estas mejoras, «que cada año se haga un poco», dice la directora, quien desea que tras cambiar estas primeras ventanas Educación contribuya a «pintar y acabar de adecentar esas aulas» y que el próximo año cambien las ventanas de las clases de la fachada norte, en las que también se evidencian los efectos de la humedad.
Desde la Jefatura Territorial transmiten su interés por la mejora del centro y ponen como muestra esta primera actuación, que pronto será realidad. Recuerdan que al amparo de la RAM llevaron a cabo otras mejoras en centros del municipio, como en la escuela infantil San Roque, donde adecentaron el patio interior y está pendiente la reparación de la cubierta, o en el colegio Lois Tobío, donde actualmente están habilitando un cuarto de baño para personas discapacitadas.
