La subida al monte San Roque resulta multitudinaria por el buen tiempo

Actuación de los gaiteiros y gente bailando después de la misa(Foto: Héctor Manasé)
photo_camera Actuación de los gaiteiros y gente bailando después de la misa(Foto: Héctor Manasé)

El sol acompañó a vecinos y turistas que, un año más, realizaron la tradicional subida al monte San Roque. El factor climatológico es una de las principales razones que determina la afluencia de público. «Si fai frío ou chove a xente é máis reacia a subir, o bo tempo anima moito máis á xente», comenta María Dolores Franco de Viveiro.

El típico desayuno de chocolate con churros es la tradición que todos respetan. La mayoría acude con todos los útiles necesarios para realizarlo en el campo. Los más hambrientos lo acompañan con bocadillos y los que prolongan la estancia hasta el mediodía con una churrascada.

La tradición familiar, la vocación religiosa y el reto de subir tras una noche de fiesta, son las principales razones que aportan los vecinos y los turistas que no se pierden el evento. Entre los más experimentados se encuentran grupos familiares que realizan el ascenso desde hace más de 20 o 30 años. Antonia Ladra de Celeiro afirma que «fai 43 anos que subo, porque xa cando era pequena viñan meus pais conmigo no colo andando».

La devoción al santo, el oficio religioso y la procesión también atrae a parte del público. Patricia Prieto señala que «yo soy de Viveiro, aunque ahora vivo en A Coruña, pero siempre que puedo vengo porque soy católica y me gusta».

Entre los más jóvenes, la mayoría realiza la subida después de salir de fiesta toda la noche. «Subimos de reenganche, pero facer o ascenso sen dormir e algo bebido non é moi recomendable», subraya Luis Chao de Viveiro.

El trayecto de ascenso al monte se puede realizar por la carretera o tratar de acortar el camino por los diferentes atajos. En función de la opción escogida el tiempo de llegada fluctúa entre los 40 y los 60 minutos. «A los que subimos por la carretera nos llevó más de tres cuartos de hora y a los que cogimos atajos, unos 40 minutos», apunta Andrea Villar de Viveiro.

Vivarienses y foráneos coinciden en señalar que el ambiente entre la gente durante la subida siempre es muy bueno. «Hai moita camaradería, a xente anímase moito, case todos nos coñecemos e os que non, intégranse fácilmente nos grupos. Todos cantamos, bailamos, xogamos... moita xente que atopas polo camiño vaise unindo á festa», recalca Antonia Ladra.

Cambios

Aquellos que llevan toda la vida siguiendo la tradición perciben una serie de cambios en los hábitos del evento. Carmen Álvarez recuerda como «nos seus inicios só realizábamos a subida os veciños de Pénjamo, logo de acabarse o baile, pandillas de amigos e veciños, todos coñecidos. Despois foise ampliando». Las mejoras que se realizaron en la zona con la restauración de la capilla, el acondicionamiento de las áreas verdes como merendero, la celebración de la misa y la animación de los gaiteiros, atrajeron a cada vez más público.

El horario de subida se va retrasando con el paso del tiempo. Cuando comenzó la tradición la gente subía a partir de la una de la madrugada ya que los festejos acababan antes. «Nós vivíamos cerca do camiño e antes oíamos parolar á xente durante toda a noite e de madrugada durante o ascenso», afirma Carmen Álvarez. Este año la mayoría de los asistentes realizaron la subida a partir de las ocho de la mañana y permanecieron en el monte hasta después del mediodía.

La franja de edad con mayor número de representantes en el trayecto es la de los jóvenes, pero los más experimentados apuntan que este año predominan las familias. «Vemos que cada vez hay más matrimonios con niños y familias como nosotros, que somos más de 30. La gente ahora sube de día, aprovecha la mañana desayunando aquí, viendo la procesión y los gaiteros y luego se va».

El descenso en la cantidad de juventud provoca que este año no haya ninguna tienda de campaña. «Antes durmíamos aquí, traíamos as mantas e a tenda de campaña ás costas, gustábanos moito. Agora podes ver algún con un saco de dormir de casualidade», señala Antonia Ladra.

Entre los visitantes, destacan aquellos nativos de Viveiro que todos los años vuelven a su ciudad natal para no perderse el evento, desde diferentes puntos de España y Europa. «Queremos transmitir el espíritu de San Roque a nuestros hijos para que no se pierda», apunta Ricardo Po, vivariense que reside en Asturias.

PROGRAMA
Las fiestas siguen con la sardiñada de As Nogueiras

El programa festivo de Viveiro continúa con la sardiñada que se podrá degustar hoy, a partir de las 18.00 horas, en el paraje de As Nogueiras. A las 21 horas, O Píndaro actuará en la Praza da Pontelabrada. Mañana la ciudad comenzarán a animarse desde el mediodía con el tradicional pasacalles.

Diversión

Los niños de todas las edades tendrán su día grande a partir de las 17.00 horas en la Praza Maior. Los más pequeños disfrutarán con las diversas atracciones, sobre todo hinchables, que aporta Diverneno. Por la noche, a las 21.00 horas actuará Aires Hispanos en la Praciña da Herba y partir de las 22.30 horas habrá proyecciones de Noites de Luz en la Praza Maior.

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