''La solidaridad de alguien que no me conocía de nada me ha devuelto la vida''

"La solidaridad de alguien que no me conocía de nada me ha devuelto la vida". Así resume su experiencia con la donación de órganos Abelardo Sánchez, presidente de la Asociación Gallega de Trasplantados Airiños. Abelardo necesitó un trasplante de hígado hace ocho años por una hepatitis que sufría sin saberlo desde su nacimiento, y ahora tiene una "nueva vida placentera". "Ni por asombro me imaginaba que iba a necesitar este trasplante", dice; "y luego mi situación era crítica, con una esperanza de vida de días".

Por ello, no escatima en elogios para la persona que le regaló su hígado y para sus familiares. Lo único que sabe de ese donante anónimo es que era una mujer. "Siempre digo que dos mujeres me dieron la vida, la madre que me parió y la que me donó el órgano", comenta; "no sé nada más de ella, pero le agradezco todos los días que me haya devuelto la vida".

Ésta es la razón por la que Abelardo recuerda con insistencia que "cualquier persona se puede ver en cualquier momento en una situación como ésta, por un accidente o por una enfermedad". Y es que según los datos manejados por el Sergas, Galicia es una de las comunidades españolas con una mayor tasa de negativas a donar órganos (29%).

Así, Abelardo anima a todos los posibles donantes y a sus familiares a superar sus reticencias. "No hay que tener dudas de que esto es salvar vidas, cuando a alguien un órgano ya no le vale para nada", destaca; "qué cosa más absurda que algo se vaya a quemar o enterrar sin que pueda aprovecharse para dar vida a otras personas". Y es que, tal y como afirma, "un solo donante puede salvar hasta siete vidas". "Por suerte, cada vez hay más gente concienciada", reflexiona.

Entre 80 y 100 transplantes de hígado al año

En Galicia, se practican una media de entre 80 y 100 trasplantes de hígado al año. Esto supone una media de entre 28 y 30 trasplantes al año por millón de habitantes, frente a los 24 por millón de la media española. Según las cifras del Sergas, en 2010 se llevaron a cabo en la comunidad 76 intervenciones de este tipo.

Actualmente, en Galicia hay 1.400 personas trasplantadas de hígado, desde que en 1994 se iniciaron los programas de trasplantes hepáticos. La comunidad cuenta con dos unidades para este tipo de operaciones: una en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y otro en el Complexo Hospitalario Unviersitario de Santiago (Chus).

Evaristo Varo es el jefe de la unidad de transplante abdominal del Chus. Este doctor explica que un trasplante hepático es una de las operaciones "más agresivas y complejas que existen en la medicina moderna y, de hecho, mueve a muchos profesionales". Varo describe las dificultades de la intervención: "hay que quitar un hígado que está enfermo a un paciente que tiene problemas de coagulación y hay que ponerle uno nuevo".

Sin embargo, una vez hecho el trasplante, el índice de supervivencia es muy elevado. 20 años después de la intervención, el 50% de los trasplantados continúan con vida. "Son unos resultados impensables hace años", resalta Varo; "es de los órganos que mejor resultado tiene de supervivencia del paciente a largo plazo". Además, hay que tener en cuenta que "si no se hubiesen trasplantado, estos enfermos estarían muertos al año", señala.

Otro de los puntos a tener en cuenta es que la edad de los donantes es cada vez más elevada, principalmente como consecuencia del descenso de los accidentes de tráfico. En 2010, casi el 70% de ellos tenía más de 50 años y casi un 19% incluso más de 75. Sin embargo, el doctor indica que, a pesar de este aumento de edad, "el índice de fallo del injerto sigue siendo exactamente el mismo, el hígado tiene mucha más vida que nosotros".

Con todo, la ciencia ya investiga nuevas posibilidades: nuevos fármacos para controlar el rechazo al órgano trasplantado, donantes vivos, posibilidad de partir un hígado en dos para transpantarlo en personas con bajo peso o, incluso, generar un nuevo órgano a partir de células madre.

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