El Miño puede cruzarse a pie en varios tramos de Lugo a causa de la sequía

El cauce puede ser atravesado en diferentes tramos de una orilla a otra porque el nivel del agua no llega a un palmo de altura

El río Miño va tan bajo que hasta se puede atravesar a pie de una a otra orilla. No es una forma de hablar, es una realidad. Se puede ir de ribera a ribera en varios tramos fluviales, en el municipio de Lugo, porque el nivel del agua no tiene ni un palmo de altura. 

"Case podes cruzar en zapatos se tes a habilidade para ir de pedra en pedra", afirmaba este jueves Pedro Real, que preside la asociación de pescadores Os Troiteiros de Ombreiro. La lista de esos pasos peatonales es prolongada, desde Ombreiro a Conturiz pasando por Meilán; al lado de la vieja potabilizadora; en el caneiro del Rei Chiquito; en As Illas o frente al cruce de Alfonso X o Sabio con la N-VI.

Una de las consecuencias del bajo caudal, si la sequía se prolonga más semanas, es "el riesgo de mortandad" de peces, sobre todo truchas, según apunta el zoólogo Juan Díaz. "Hay falta de oxígeno, una reducción del espacio vital y una ligera elevación de la temperatura", explica este profesor de la USC, que advierte de los fatales efectos que en esta situación de carestía de agua tendría cualquier vertido porque se concentrarían más los compuestos químicos.

Ante el bajo caudal los cañistas que podrían practicar este mes la pesca sin muerte desisten. "É imposible porque non se ve auga en moitos sitios", asegura Pedro Real.

Este verano tampoco funcionó el catamarán, el Club Fluvial retiró los trampolines y los cañistas no hacen pesca sin muerte



Otro verano más no funcionó el catamarán que recorría el río, aguas arriba. Era un viaje de unos 40 minutos desde Os Robles hasta casi el caneiro del Rei Chiquito. En el Club Fluvial retiraron los trampolines en la zona de baño libre porque el nivel de agua no es suficiente para lanzarse.

Los piraguistas, que han tenido que modificar sus zonas de entrenamiento este verano, aprecian poca presencia de peces y, sobre todo, ranas. También queda aún más a la vista la maleza y los troncos que abundan en el lecho del río.

EN CIFRAS. La sequía provocó que a principios de agosto el caudal del río, 4,39 metros cúbicos por segundo, llegase a ser la mitad que el del año pasado. La situación se ha aliviado en los últimos días. Actualmente está en 5,64 metros cúbicos por segundo, según informa la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

Influyó la lluvia caída la semana pasada, los 30,2 litros por metro cuadrado registrados en cuatro días, conforme a los datos de MeteoGalicia.

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