La sequía pasa factura a las explotaciones agroganaderas

Una explotación agroganadera (Foto: AMA)
photo_camera Una explotación agroganadera (Foto: AMA)

Este verano las lluvias no se manifestaron en Galicia con tanta intensidad como otros años, lo que ha provocado que las explotaciones agroganderas estén pasado por una situación grave debido a la sequía. El incremento de costes como el butano, gasóleo, electricidad, piensos... se unieron en este período estival al problema de la seca, que afectó en distintos aspectos a la economía de los agroganderos.

El Sindicato Labrego Galego reclamó a la Consellería de Medio Rural la creación de ayudas directas para poder subsanar las pérdidas producidas por la climatología adversa. El impacto fundamental de la escasa lluvia caída en los últimos meses ha provocado que «todos os agricultores tiveran que ensilar toda a forraxe que tiñan, e tiveran que mercar fóra a herba seca porque non a puideron producir eles», explicó Antonio Villarino, el coordinador comarcal del Sindicato Labrego Galego. Asimismo, muchos ganaderos no pueden hacer pastoreo al aire libre en la mayor parte de las praderías, pues están secas desde hace más de un mes.

Los agricultores empezaron ya a recoger las patatas y las cebollas, aunque, en la comarca «as patacas e cebolas que están saíndo non teñen moita queixa porque a meteoroloxía non afectou», comentó Villarino. Otro de los cultivos propios de la comarca es la faba de Lourenzá, que ahora mismo se encuentra en su período medio de cultivo, pero si «continúa a seca que hai e non chove, pode haber perdas significativas», afirmó el coordinador. «Espérase que a producción sexa inferior porque houbo varios cambios de temperatura que afectaron na caída da flor da faba, polo que sen flor non hai fruto», explicó Gemma Iglesias, presidenta de la Indicación Xeográfica Protexida Faba de Lourenzá, y aunque «non é que a faba necesite moita auga no verán, nos meses de abril e maio precisa que se regue bastante», aseguró Iglesias con respecto a este tema.

Datos

Según Meteogalicia, las precipitaciones en A Mariña en el mes de junio fueron de media de 51 litros por metro cuadrado, en julio de 40 litros por metro cuadrado y en agosto de 30 litros. El embalse de Río Covo se encuentra en la actualidad con un 83,3 % de su capacidad, lo que significa que por ahora no sufre problemas graves. De todas formas, los alcaldes de la comarca recomiendan «un consumo responsable para evitar problemas en el suministro en caso de que el agua sea en algún momento insuficiente». Otros embalses gallegos sí notaron el descenso, pues se calcula que se perdieron hasta 32 hectómetros cúbicos de agua embalsada en siete días, según los datos publicados el martes por Medio Ambiente.

Otras comarcas

En el sur de Lugo y Ourense, los problemas son mucho más graves porque las lluvias son escasas y ello está afectando directamente a los cultivos hortícolas, ya que carecen de regadío y dependen de la lluvia para salir adelante. En la comarca de A Limia, las explotaciones de patatas cuentan con modernos sistemas de regadío, pero el incremento de los gastos de gasóleo, electricidad y fitosanitarios hacen que los costes adicionales se eleven.

«En A Mariña, o tempo compórtase de forma bastante similar en tódolos concellos, pero a zona de Meira e o sur de Lugo está pasando por unha situación moi difícil», indicó Villarino. «En termos comparativos, podemos dicir que A Mariña non está pasando por unha situación de gravidade aínda que cómpre estar atentos á meteoroloxía», aseguró. De todas formas, el sindicato valora los costes adicionales provocados por la falta de lluvia en 6.000 euros de media en las explotaciones ganaderas.

Comentarios