La pintura refractante ya no sirve en puntos negros

La señalización inteligente cobra fuerza entre las soluciones a la A-8

Entre las seis primeras propuestas que estudia Fomento figura la de instalar bandas que cambien de color sobre la vía. Una firma del sur probó con éxito en carreteras nubosas de Córdoba las señales que sustituyen a las marcas viales
Glorieta cercana al desvío hacia el Alto do Fiouco, con abundante bruma
photo_camera Glorieta cercana al desvío hacia el Alto do Fiouco, con abundante bruma

El elevado coste que podría conllevar la instalación de un falso túnel en el Alto do Fiouco de la Autovía del Cantábrico (A-8) para evitar la niebla y las dudas sobre el mantenimiento de los sistemas que pretenden eliminarla, motiva a los ingenieros participantes a creer que el Ministerio de Fomento optará por combinar diferentes mecanismos de señalización inteligente. Serían más fáciles de instalar y desde luego, más baratos y ambos son los requisitos que solicitaba el Estado en el concurso de mercado que lanzó este verano. Una de las seis propuestas preliminares recibidas hasta la fecha ha sido la de colocar unas señales viales en la calzada, luminosas e inteligentes.

El gerente y accionista de la firma andaluza Interlight, Jerónimo Jiménez, aclara que "se trata de un dispositivo luminoso continuo de señalización inteligente, sostenible y respetuoso con el medio ambiente, que sustituye a las marcas viales convencionales de pintura horizontal y que fue diseñado para smart city y smart road". Estos conceptos anglosajones se refieren a las ciudades y carreteras del futuro, en las que se aplicarán las tecnologías de la información y la comunicación para optimizar su eficiencia.

En lugar de la pintura blanca al uso que marca la carretera, Interlight sugiere colocar una especie de banda de plástico con tecnología LED que cambiaría del color blanco normal al amarillo, cuando hubiese una densa niebla y al rojo, si hubiese algún accidente u obstáculo delante.

"La solución es un elemento blanco, duro, flexible y antideslizante, de longitud variable que se incrusta en el asfalto, quedando a ras con la calzada y diseñado para soportar cargas de tráfico y temperaturas adversas", suscribe el responsable de Interlight, que presentó su idea tras ver la convocatoria de Fomento a finales de agosto en el boletín del Estado.

"Lleva una disposición de iluminación integrada, que van conectadas a la alimentación y a unos controladores que activan el sistema con la formación de niebla y encienden las marcas viales con la presencia de vehículos, apagándose después de su uso, para reducir el consumo y aumentar su durabilidad", puntualiza.

El producto es versátil, ya que se puede encender en colores e intensidades variables, según sean las condiciones meteorológicas y la densidad del tráfico. El objetivo es "que los usuarios tengan una mejor visibilidad de las marcas que delimitan los carriles, especialmente en zonas con lluvia, niebla, por la noche y poniéndoles en aviso en caso de vehículos parados en la calzada o de impactos múltiples", sostiene Jiménez.

Hace un año que su prototipo está en un vial muy oscuro y nuboso del norte de la sierra de Córdoba, ya que cooperan con la Diputación de Málaga en el proyecto ‘Carreteras seguras’. Es un tramo experimental, como el de 200 metros del Fiouco que les pone sobre la mesa Fomento. El coste sería inferior a los 200.000 euros.

Interlight ve con buenos ojos si al final Fomento decide combinar su solución para el Alto do Fiouco con la ya expuesta en este periódico, de la firma asturiana Treelogic, que colocaría dispositivos de alerta con colores a ambos lados del vial (no en la calzada).

A GAÑIDOIRA. La empresa Ovisa y la Xunta propusieron en el 2008 colocar en A Gañidoira una señalización vial que mudaba de blanco a rosa si había placas de hielo en la calzada, por debajo de los cinco grados, o en caso de niebla densa. Fue la primera experiencia de este tipo en Europa.La firma 3M desarrollaba entonces una pintura con elementos ópticos para ser vistos bajo la lluvia.

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