La semana de la gaviota

LUGO SERÁ el centro del universo la semana que empieza este lunes, por lo menos del universo político y gallego. Ya basta solo con lo que hay en la agenda: la declaración de Ángel Currás, alcalde de Santiago, en el caso Pokemon el jueves, y el congreso del PP galaico el sábado y el domingo. Y puede que lo que decida Pilar de Lara en la primera cita influya en la segunda. Otros añadirán una tercera cita política, que será el debate, por parte de la militancia socialista, del documento surgido de la ‘puesta de largo’ (por llamarla de alguna forma) de Gómez Besteiro como candidato in péctore a la secretaría general del PSdeG. Pero lo más apasionante será, seguramente, lo del PP, que para algo es el partido que más manda.

Para el día 19, posiblemente ya se sabrá todo, y mi tocayo Lugilde estará preparando un espléndido análisis de lo que surge del congreso popular, pero hasta entonces va a haber unas cuantas incógnitas. La primera, por supuesto, es la de quién relevará a Alfonso Rueda en la secretaría general del partido, algo que no está confirmado pero que todos dan por hecho. Algunos lo interpretarán como una muestra de que Núñez Feijóo no descarta un futuro en Madrid, dejando al actual vicepresidente a los mandos de la Xunta; en el partido, por contra, atribuyen el relevo a evitar la acumulación de cargos. Algún rumor, ya recogido aquí y al parecer poco consistente, apunta a Raquel Arias como secretaria general, y ella, por su lado, pronostica que será una mujer. En los mentideros políticos se recomienda no perder de vista a Rosa Quintana, conselleira de Mar.

Será un congreso que a los lucenses les servirá para sacar pecho. De hecho, ya lo están haciendo: Jaime Castiñeira fue designado esta semana presidente de la mesa del cónclave. Todos, empezando por el propio Núñez Feijóo cuando anunció la cita en Lugo, recalcan que la elección de la sede es un reconocimiento a la labor electoral del partido en Lugo y a sus excelentes resultados. Unido a la elección de un conselleiro lucense de nación (Francisco Conde) y no de adopción (Samuel Juárez), parece como si Lugo fuera ahora mismo el centro del PP, si a ello además sumamos la designación de Xosé Manuel Barreiro como gran jefe del grupo popular en el Senado.

Es de suponer que no será ni tanto ni tan poco. Lo cierto es que, con alguna salvedad, ahora mismo el grupo lucense es una balsa de aceite, algo que no ocurría en tiempos. Y a la hora de elegir sede, también habría que tener en cuenta las alternativas: desde luego, la también interior Ourense no era lo más indicado, a la vista de las novedades de esta semana en el caso Baltar. Y A Coruña y Pontevedra eran dos opciones demasiado habituales. Así que lo más práctico para el partido era llevarlo al territorio de Barreiro, el hombre que logró zanjar, sin hacer mucho ruido, el problema que representaba el cacharrismo para las cúpulas populares (la compostelana y la madrileña).

Y lo ocurrido esta semana es buena muestra de cómo funcionan ahora las cosas, o de cómo han funcionado siempre en Galicia, donde las cuotas territoriales siempre condicionan a los partidos. Porque si uno del centro de Lugo (Castiñeira) preside el congreso del PP gallego, una del sur (la monfortina Julia Rodríguez) es la elegida para que dirija la organización del cónclave provincial, que se celebra el 2 de marzo en un municipio del norte (Burela).

Así, si el congreso del PPdeG en Lugo es el reconocimiento al trabajo de un grupo, el provincial de Burela es el agradecimiento a algunos de los mejores escuderos de Barreiro en años duros para el partido de la gaviota: Balseiro Orol, González Barcia... Ahora, desde el poder, todo es fácil, hasta decidir quién más lleva las riendas.

A ULLOA. Polémica en la semana de fusionar

Es revelador que la polémica entre dos municipios contiguos como Monterroso y Palas de Rei sea la misma semana en que otros dos vecinos, Oza y Cesuras, avanzaban en su fusión. Se pone así de manifiesto uno de los problemas capitales de la «racionalización administrativa», jerga bajo la que se esconde un nuevo recorte (de municipios en este caso): los localismos habituales, a lo que se suma la falta de tacto de algunas administraciones.

RIBADEO. ¿Agravio geriátrico?

Hay algo de agravio comparativo en el anuncio de la Consellería de Traballo de que no va a construir una residencia de ancianos en Ribadeo, pese a unas demandas vecinales expresadas hasta en la calle. Municipios más pequeños, como Baleira, sí que cuentan con asignación para un geriátrico en los presupuestos de la Xunta. Obviamente, no es lo mismo la vejez en A Montaña (el 38 por ciento de los habitantes de Baleira tienen 65 o más años) que en A Mariña (el 24 por ciento). Lo peor es que, para no variar, la necesidad de una parte de la población está siendo utilizada para el debate político.

Peatones

Haciendo camino al sancionar

Cuando internet arde por la nueva ordenanza de circulación de Lugo y por su aplicación a rajatabla por parte de los policías locales (carrozas de Reyes, plataformas para podar), estos días se ven en pleno centro de la capital actitudes que, con la normativa en la mano, pueden llegar a ser sancionables: peatones caminando por la calzada. Ciertamente, ninguna señal insta a los viandantes a ir por la otra acera. El tema de fondo es quizás la falta de ‘sentidiño’, tanto en el Ayuntamiento como en las redes sociales y en los caminantes. J. VÁZQUEZ

PINCELADAS

Justicia. La salida de la cárcel de Fernández Liñares por un error siembra muchas dudas sobre la evolución del caso Pokemon. Anda que si todo queda en nada...

Patrimonio. Ceder un torreón (el de Torés) para que lo repare un ente público y recuperarlo 25 años después tiene ciertos resabios feudales.

Turismo. ¿Irá de esta vez la vencida en el complejo de Augasmestas?

O RECORTE. Home cumpridor
El Progreso, 11-12-2012, p. 23A Garda Civil denúnciate por cada cousa... Porque no fondo este home estaba a cumprir estritamente coas normas de tráfico. Por un lado, parou porque non é conveniente conducir bébedo; segundo, parou porque tampouco está ben guiar un coche cando che retiraron o permiso para facelo; e terceiro, porque un ten que velar pola súa integridade física, e sendo de noite, o mellor é parar nun sitio que se ve ben: e se resulta que te vas para a beiravía e hai un terraplén que non ves? En fin, que hai que cambiar o código de circulación dunha vez, que ten moitas contradicións.

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