La salud del río Cabe en su tramo urbano se encuentra otra vez en entredicho

La falta de corriente y de precipitaciones, los aliviaderos y el calor dispararon el crecimiento de plantas que eliminan el oxígeno del agua
Estado que presenta el río a la altura del puente nuevo de Monforte
photo_camera Estado que presenta el río a la altura del puente nuevo de Monforte

Como ya ocurrió en el verano de 2016, el río Cabe arroja un aspecto totalmente descuidado a su paso por la ciudad. En el fondo del lecho crecen de manera incontrolada plantas que le roban oxígeno al agua y, en consecuencia, a la fauna fluvial. El fenómeno es un síntoma o alarma de la mala salud del río.

El proceso se denomina eutrofización y supone una presencia anormal de nutrientes en el agua. Los vertidos residuales, la hierba que se tira directamente al cauce de las cortas de jardines del parque de Os Condes, la poca movilidad de la corriente en esta época y las altas temperaturas disparan esa eutrofización y hacen crecer de manera incontrolada las plantas en el río.

El proceso es fácil de observar desde cualquiera de los puentes que cruzan el Cabe y, además del mal aspecto que presenta el agua, con una capa verde que se acumula en la superficie, muchos vecinos hablan del mal olor que desprende especialmente en los puntos en los que hay más estancamiento. El año pasado esta situación se produjo en agosto y tanto vecinos como turistas reclamaron medidas de limpieza del Cabe. Este año, ya se adelantó al mes de junio y las reclamaciones vuelven a ser las mismas.

En 2016, el Ayuntamiento derivó las responsabilidades a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que es la encargada del mantenimiento de los ríos de la mencionada cuenca, pero las peticiones de limpieza no obtuvieron respuesta y el equipo de gobierno local no volvió sobre el asunto. 

Los vecinos entienden que es efectivamente la confederación la que tiene el papel de limpiar, pero explican que el Ayuntamiento monfortino es "poco contundente" en sus reclamaciones ante este organismo.

Los residentes cerca del tramo urbano del río demandan que se haga un drenaje del fondo, que se eliminen los focos contaminantes de la red de saneamiento y que a partir de ahí se realice un seguimiento continuo del estado del agua.

En cuanto a los focos de aguas residuales, solo en el tramo urbano hay cinco aliviaderos con actividad constante.

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