La rotura de una tubería inunda un piso y cuatro apartamentos en la ciudad

El tubo que rompió y el agujero en el falso techo, donde se produjo el reventón (Foto: J.Mª Álvez)
photo_camera El tubo que rompió y el agujero en el falso techo, donde se produjo el reventón (Foto: J.Mª Álvez)

El estruendo provocado por la rotura de la tubería general de polietileno en el tercer piso, letra C, del número 70 de la calle Nicolás Cora de Viveiro, también conocido como torre del antiguo hotel Tebar, sacó a los propietarios del inmueble de la cama. La inundación que provocó el reventón de la canalización causó importantes daños en la vivienda y también en cuatro apartamentos situados justo debajo.

La avería se produjo hacia la una de la madrugada del martes al miércoles sobre el falso techo situado en la cocina del piso de Antonio Serra, quien se llevó un buen susto al salir de la habitación para comprobar lo que sucedía, ya que empapó sus pies de agua, que alcanzó los cinco centímetros de altura dentro del piso. El dueño trató por todos los medios de controlar la situación, pero la cantidad de agua que expulsaba la tubería era tal que se vio obligado a desalojarla con escobas hacia el pasillo, desde donde bajó por la escalera hasta llegar al portal.

La Policía Local, que recibió apoyo del Cuerpo Nacional de Policía, alertó a los bomberos de Viveiro de lo que ocurría, así como a una ambulancia, por si fuese necesaria su intervención. La inundación alcanzó tal dimensión que el oficial responsable de la Policía Local, Mario del Río, aseguró que «salía auga polas ventanas». El sargento de los bomberos, José Antonio Beiras, manifestó que «era como se chóvese dentro».

Los servicios de emergencias efectuaron labores preventivas, como el corte de los servicios de luz y agua. La interrupción del abastecimiento se produjo media hora después de la rotura, puesto que fue necesario localizar al presidente, que es quien tenía en su poder las llaves para cerrar el suministro de agua al edificio.

El objetivo fue evitar daños mayores y el peligro de desprendimiento de los falsos techos, por lo que se abrieron boquetes en estos para evacuar el agua acumulada, ya que «penetraba en tódolos pisos a través dos teitos e saía polas lámparas», explicó Beiras.

Los vecinos se mostraron muy extrañados por el suceso, igual que el propio fontanero, porque «es la primera vez que se produce una rotura así en una tubería general», que además es relativamente reciente, porque la instalación se renovó hace 14 años y ese tipo de canalizaciones aguanta 25 atmósferas de presión. Antonio Serra asegura que «esto era una catarata y con presión», en una clara alusión a la situación que se topó al abrir la puerta de la cocina.

Los estragos que causó el agua son cuantiosos, porque a los daños en los falsos techos hay que sumar los que se produzcan en los suelos como consecuencia de la gran cantidad de agua que cayó sobre el parquet. Además, en uno de los apartamentos resultaron muy afectados sillones y alfombras. La perito de la compañía aseguradora valoraba a última hora de la mañana los daños, mientras el fontanero trataba de reparar la avería para que el vecindario tuviese agua a la hora de comer. A media tarde, una parte del inmueble seguía sin suministro. También esperaban que el electricista comprobase si la instalación sufrió desperfectos.

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