La reina de los mares pasea por un jardín de flores

Miles de ‘resus’ llenaban ya ayer los cámping locales
photo_camera Miles de ‘resus’ llenaban ya ayer los cámping locales

CUENTA LA tradición que el 16 de julio de 1251 la Virgen María se apareció a San Simón Stock, superior general de la Orden de los Hermanos de Santa María del monte Carmelo. La congregación había sido fundada años antes en el israelí monte Carmelo, cuyo nombre significa jardín, precisamente en lo que se convierten estos días las calles de varias localidades de A Mariña para celebrar por todo lo alto la fiesta de la patrona de los marineros.

La devoción de los pueblos costeros por la virgen del Carmen es una realidad procedente de una de las denominaciones medievales de María, la de Stella Maris o estrella de mar, que la encumbra como guía de marinos y pescadores. Por eso las localidades marítimas continúan, sea por motivos religiosos o de espiritualidad personal, aderezándose para mostrar su respeto hacia Nuestra Señora de los mares, metáfora latente de los marineros caídos y de los que, por obra divina o benevolencia de la naturaleza, se espera que nunca lo sean.

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