La reina de las pasarelas

Varias creaciones de la diseñadora Carla López. cristina prieto ledo
photo_camera Varias creaciones de la diseñadora Carla López. cristina prieto ledo

«Trato de crear cosas fantásticas, cosas mágicas, como si estuvieran dentro de un sueño. El mundo necesita más fantasía. Nuestra civilización es demasiado mecánica. Podemos convertir lo fantástico en más que lo que realmente existe». Son palabras de Salvador Dalí pero bien podrían ser la inspiración de la diseñadora pontesa Carla López, una joven que con su primera colección basada en el surrealismo se convirtió en la reina de las pasarelas tras coronarse en el certamen de jóvenes diseñadores Nordress, organizado por la revista Galicia de Moda y el Concello de Ferrol.

Con una imaginación sin límites, una increíble libertad y empleando materiales para algunos insólitos en este mundo -cables, enchufes, silicona o césped artificial-, la diseñadora pontesa, de 22 años y recién titulada, juega con las texturas en un mundo donde la explicación no importa, solo «la libre interpretación».

La moda es su forma de expresión, una manera de plasmar el arte tal y como ella lo entiende. «De pequeñita me gustaba mucho dibujar, pintar... y pensé en estudiar Bellas Artes. Me encantaba probarme la ropa de mi madre, disfrazarme. Podía transformar mi ropa pero hasta la carrera -estudió en la Escuela de Artes Mestre Mateo de Santiago- no empecé a diseñar», recuerda.

Sus comienzos, ahora, apuntan alto. Sorprendida por el premio gallego, que supone participar en febrero en la Semana Internacional de la Moda de Madrid, Carla sueña con los diseños -«a veces salto de la cama para apuntar una idea»-y con abrirse camino en un mundo exigente pero no imposible. Así lo demuestra la experiencia de los últimos días.

«No me esperaba ganar, ni tampoco la repercusión del concurso», dice aún ilusionada. «Ganar y entrar en una pasarela internacional significa mucho. Es una oportunidad muy grande. Puedes enseñar tu trabajo y ver el de los demás».

¿El sueño? Ríe. «Ahora mismo tener mi sitio en Cibeles. Pero, por soñar, poder llegar a Milán, Nueva York...».

El primer paso lo dará en un par de días. Se irá a Manchester a estudiar inglés, algo «fundamental para trabajar en esto, que te obliga a viajar». El segundo, «lo que salga», dice, pero tiene algo claro: «El concurso me animó mucho y pensé en no dejar de hacer colecciones, aunque económicamente es un gasto enorme. Mis amigos y mi familia me ayudan un montón. Entre recopilar cosas, recados, colaboraciones... Siempre me apoyaron mucho», dice.

Con ideas claras, su próxima apuesta ya está en su cabeza. «Quiero mantener la esencia. Seguir por el mismo estilo porque soy muy joven y quiero disfrutar. Y quiero cambiar. Seguir con las texturas pero experimentar más con las telas. Con colores más engamados, sin tanto contraste».

otros premios. A la tercera, dicen, va la vencida. Y así fue, aunque en los concursos a los que se presentó con anterioridad sus diseños tampoco pasaron desapercibidos. En Puertas de Europa Cibeles quedó cuarta con un vestido de novia y fue finalista con su colección en Cantabria. En Ferrol, consiguió la corona.

INFLUENCIAS
La gran Elsa Schiaparelli y el fotógrafo inglés Miles Aldridge

La primera colección de la diseñadora pontesa está basada «en el surrealismo y el concepto de los símbolos». Sus pasos nacen de dos referentes: Elsa Schiaparelli, «una de las grandes de la moda en el siglo XX, que trabajó mucho con el surrealismo» y con autores como Dalí, Duchamp o Bretón, y el fotógrafo Miles Aldridge. «Sus fotos son justo lo que yo quería, los colores, el contraste. Todo muy surrealista y a la libre interpretación del que mira».

Diseños

Una cuerda para una muñeca, mil botones cosidos en un solo diseño, espejos de mano y relojes con horas que marcaron su vida forman parte de su primera colección. Carla no deja indiferente a nadie.

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