La rehabilitación de la casa de Calvo Sotelo en la Rúa Irmáns Vilar Ponte de Viveiro es ya una realidad y, en esta primera fase, los trabajos avanzan «a buen ritmo», según dio a conocer el edil de obras, Jesús Fernández Cal. Esta actuación, presupuestada en 150.000 euros, forma parte del convenio entre el Concello, la Diputación y la Xunta, por el cual la Administración autonómica pone la financiación, el ente local redacta el proyecto y el provincial lo contrata. El Ayuntamiento todavía no determinó a qué se dedicará este edificio cuando concluya la rehabilitación, aunque la idea más sonada es que albergue la Casa da Xuventude.
Cal explica que una vez vaciado el edificio se reconstruyó «de forma integral» la fachada posterior, cercana a los restos arqueológicos. «A día de hoy los carpinteros han terminado la colocación de los pontones y vigas de castaño para realizar la cubierta de pizarra», apuntó el edil, y añadió que «la colocación de los canalones y bajantes de zinc dará paso al saneado exterior de las fachadas».
El edificio consta de planta baja, planta alta y bajocubierta y posee un patio interior «que lo singulariza». Está ubicado frente a la iglesia de Santa María, en un entorno declarado como Bien de Interés Cultural (BIC). El objeto de esta actuación es iniciar el proceso de rehabilitación de la edificación, dotándola de cubierta, ya que carecía de ella, lo que hacía «peligrar la estabilidad de las cornisas de piedra y los muros de la fachada».
Según consta en el proyecto, con esta obra «se conseguirá frenar el continuo deterioro que está sufriendo la edificación a causa de las inclemencias metereológicas y permitirá a posteriori iniciar las obras de rehabilitación interior».
Conservatorio
Por otra parte, Fernández Cal recordó las obras que se realizaron en los últimos cuatro años en el conservatorio, con una inversión de 374.000 euros para rehabilitar el edificio, antiguo Hotel Venecia, que «requería una urgente intervención debido a su mal estado de conservación». Una de las últimas mejoras fue en la segunda planta, donde en el marco del mismo convenio que permite arreglar la casa de Calvo Sotelo se incluyeron 100.000 euros para tal fin.
El proyecto consistía en reponer el pavimento de madera de esta planta sustituyéndolo por otro nuevo, dotar de falso techo de pladur a las aulas, sanear la instalación eléctrica, sustituir las puertas interiores y sanear las ventanas de fachada.
Antes de actuar en la segunda planta, el edificio sufrió otras reformas. La primera de ellas fue la dotación de ascensor y aseos adaptados para discapacitados. Posteriormente se construyó una escalera de emergencia y se remodeló el salón de actos que utilizan para sus ensayos en coro y la banda del conservatorio. En esta estancia, que también se usa como sala de exposiciones, se cambió el suelo.
Las reformas también afectaron a la tercera planta, donde se realizaron actuaciones similares a las del segundo piso.
