El curro de Candaoso, en la parroquia vivariense de Boimente, volvió a concentrar este domingo a más de 200 caballos bajados de los montes de Buio y Lerín para ser rapados y marcados después del largo invierno.
Pero este ancestral trabajo ya lleva años convirtiéndose en un espectáculo de lucha entre el hombre y el caballo, en el que los aloitadores son los otros grandes protagonistas de la jornada. Desde bien temprano, con la bajada del ganado al curro empieza una labor que cada año atrae a más gente.
Así fue en esta edición, que tuvo como Monteira Maior a la alcaldesa, María Loureiro. El curro también tuvo la visita de la nueva presidenta de la Diputación, Elena Candia.