Investigan si Alcor usó tráfico de influencias para conseguir contratos

Hay escuchas telefónicas en las que se habla de contactos con allegados a políticos, pero también con una policía que trabajaba en la Comisaría de León
Carlos Somoza
photo_camera Carlos Somoza

Una de las líneas de investigación abiertas por la Policía Nacional sobre las presuntas irregularidades cometidas por la empresa monfortina Alcor Seguridad tiene que ver con un posible delito de tráfico de influencias. Los agentes que realizaron decenas de horas de escuchas telefónicas al responsable de la firma, Carlos Somoza, pero también a otros empleados, indican en sus conclusiones que forman parte del sumario judicial que este mantuvo conversaciones "con un varón llamado Carlos, que trata de conseguir servicios en la ciudad de Melilla a través de un hermano suyo que trabaja en el Ayuntamiento".

Los investigadores también interceptaron una llamada en la que creen que una empleada de Alcor mantiene "una relación con una funcionaria de la Comisaría de Policía de León que, al parecer, aporta determinada información y asesoramiento con respecto a las investigaciones que están siendo desarrolladas por otros grupos operativos, datos que transmite a Carlos Somoza".

Las cosas no quedan ahí, pues hay escuchas realizadas al delegado de Alcor en Canarias, Antonio Soler, quien habla con un hombre llamado Antonio, "que tiene contactos que le facilitaría a la mercantil un servicio de vigilancia de parques y jardines en la localidad de Aruca", dice la Policía. En otra conversación, añade, "Antonio le comenta a Somoza que hizo contacto con el Gobierno de Canarias, por mediación del antiguo presidente, y que le ha dicho que se presenten al concurso, que se acaba la fecha". También manifiesta que conoce "a varios consejeros en las Palmas de Gran Canaria que le conseguirían servicios de seguridad".

Además, existen transcripciones de charlas mantenidas entre Carlos Somoza y otras dos personas sobre una posible adjudicación de otros servicios.

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