La piscina de Monforte, seis meses de promesas rotas

Los plazos dados para solucionar el futuro del complejo tras la quiebra de Pazos se incumplieron sistemáticamente
Concentración de usuarios el pasado mes de octubre para defender el futuro de la piscina.
photo_camera Concentración de usuarios el pasado mes de octubre para defender el futuro de la piscina.

A primeros de octubre del pasado año salía a la luz la crítica situación de la piscina municipal de Monforte. El Grupo Pazos, la firma encargada de la gestión, acumulaba una deuda de 2,5 millones de euros en este y otros complejos de Galicia y Asturias y doce trabajadores de Monforte llevaban cuatro meses sin cobrar sus nóminas. Seis meses después el complejo monfortino sigue en la cuerda floja y, aunque mantiene la actividad, no está claro si las instalaciones saldrán a flote.

Desde otoño la única mejora que se produjo fue que los empleados lograron reducir el número de mensualidades sin cobrar y ello les animó a que seguir abriendo a diario la piscina y el gimnasio y dar servicio a los cerca de 2.000 usuarios que de una manera u otra usan el complejo. Pero, en realidad, no se sabe cuándo recuperarán la normalidad salarial y laboral ni quién se hará cargo de las instalaciones a medio plazo.

Cuando trascendió la crisis del Grupo Pazos en Monforte, los trabajadores alertaron en primer término al Ayuntamiento, porque, al fin y al cabo, la piscina es un servicio público municipal cuya gestión se cedió a una firma privada.

En aquel momento, el alcalde Severino Rodríguez, inició una intensa negociación con el administrador concursal encargado del caso. La idea era que una empresa tomase el relevo del Grupo Pazos a través de un acuerdo validado por el juzgado. Se presentaron cuatro firmas para coger las riendas y más tarde entró Ferrovial, pero pese a que en varias ocasiones el alcalde anunció que la solución estaba prácticamente cerrada, los plazos se rompieron sistemáticamente y no hubo avances.

Hace unos días la administradora concursal se presentó en Monforte para hacer inventario de los bienes de Pazos. Al mismo tiempo, el regidor decía que no estaba claro que una segunda empresa tomase el relevo y dejaba caer que el Ayuntamiento igual tenía que hacerse cargo de la gestión del complejo de manera directa para no cerrar. Rodríguez anunciaba que ayer podría haber novedades, pero ese anuncio tampoco se cumplió y sigue sin saberse qué pasará con la piscina. Lo único claro es que los trabajadores, pese a los problemas, siguen abriendo día a día y dando servicio.

Comentarios