Lo malo –o en ocasiones lo bueno– de Tinder es que nunca sabes lo que te vas a encontrar en la primera cita concertada entre dos completos desconocidos.
Sin embargo este suceso ocurrido en Bristol, y desvelado por la BBC, ha entrado por méritos propios en los encuentros más extraños derivados del uso de esta aplicación.
HECHOS. Todo comenzó cuando Liam Smith, un joven de la localidad inglesa, invitó a su casa a una joven para terminar la cita en la que ambos, que ya habían hablado por Tinder, se habían conocido en persona.
El propio Smith reconoció que sigue viéndose con la joven y que no sabe lo que les deparará el futuro, aunque aseguró que ella "es encantadora"
En un momento de la velada ella fue al servicio para defecar pero el tamaño de sus heces le debió de parecer desmesurado para la limitada capacidad del inodoro, por lo que decidió –en una más que dudosa decisión– arrojar los desechos por la ventana del cuarto.
El problema fue que las heces no llegaron al exterior, sino que se quedaron en el hueco de la doble ventana del cuarto.
Ante esta situación la joven, gimnasta aficionada, no tuvo más remedio que reconocer su inoportuno acto a Smith, quien propuso utilizar un martillo para romper el vidrio del primer cristal.
La joven tuvo entonces la feliz idea de entrar ella misma en el espacio entre ambas ventanas para recuperar el problemático contenido, momento en el que quedó atrapada.
Al final la ventana sí que tuvo que ser rota, pero por los bomberos que se desplazaron al lugar para liberar a la pobre gimnasta.
CROWDFUNDING. Como contó Liam Smith a la BBC, él mismo sacó a la luz la historia para iniciar una campaña de financiamiento con la que costear el precio de la ventana destrozada.
Su objetivo era reunir alrededor de 200 libras, pero por el momento ya ha recaudado más de 1.200.
El propio Smith reconoció que sigue viéndose con la joven y que no sabe lo que les deparará el futuro, aunque aseguró que ella "es encantadora".
