La patata Habanera podría salvarse en O Valadouro con un invernadero

Casa Celso planta en Frexulfe desde hace al menos un siglo esta variedad tradicional, ahora amenazada por la polilla
El cultivo bien aislado frente a la polilla guatemalteca conservaría la simiente de la patata habanera
photo_camera El cultivo bien aislado frente a la polilla guatemalteca conservaría la simiente de la patata habanera

A estas alturas de la primavera deberían estar ya crecidas unos 10 centímetros por encima de la tierra pero la crisis de la polilla de la patata puso en cuarentena todo el territorio mariñano, hasta prohibir cualquier plantación de tubérculo. Inclusive la variedad Habanera que se cultivaba en una sola casa de O Valadouro y que podría conservarse gracias al empeño de unos vecinos de Frexulfe que, al parecer, han solicitado autorización a la Xunta para instalar de urgencia un invernadero y así sacar adelante la operación ‘salvar la patata habanera’, variedad ya naturalizada y única en A Mariña que se caracteriza por su sabor y blancura.

Las habaneras que supuestamente llegaron de Cuba hace al menos un siglo ya estaban en esa casa de Frexulfe cuando vivía hace muchas décadas Concepción Piñeiro, quien ofreció la simiente a sus descendientes. Decían que viñeran de Cuba pero en outros lugares como la Terra Chá también se plantaba una variedad tradicional y muy parecidad llamada patata Calzona.

De lo que no cabe duda es que se trata de una casta tradicional en la labranza de otras épocas, antes de la llegada de tipos como la Kennebec o Baraka, de gran producción en kilos pero un sabor menos característico. Hace años, las pesquisas de un técnico de Extensión Agraria que trabajaba en Foz lo llevaron a dar con ella en dicho rincón de O Valadouro. Al parecer incluso se recogió una cantidad para ‘depurarla’ pero nunca más se supo de ello en la zona.

Fuentes de la zona confirman que también habrían sido donadas a algunas a conocidos y también para sembrar cerca de Lugo y en Ferrol pero no sabe si ha preparado o siguen teniendo la variedad en esos lugares. Las patatas habaneras necesitan de unas condiciones de cultivo y clima muy especiales. Y las del valle de O Valadouro son excelentes para esta y otras producciones de muy alta calidad. Buena prueba de ellos son los años que llevan conservándola en la casa . Al parecer, algunos años son más abundantes que otros pero siempre dan cosecha y han llegado a recogerse tubérculos de hasta 26 centímetros de largo, según aseguran quienes conocen sus cualidades culinarias.

Una de las características de las patatas habaneras es que en sus sembrados no se recogen tantos kilogramos como otras variedades de patatas llegadas recientemente a Galicia pero la calidad para la cocción y la blancura de su pulpa son muy apreciadas.

Quien las ha degustado asegura que la Habanera "vale para lucir en calquer mesa xa que cocidas estas patacas están riquísimas". Como es una patata temprana, debería haberse sembrado hace tiempo, pero el retraso en su plantación no parece un obstáculo insalvable.

VARIEDADES AUTÓCTONAS. En la indicación geográfica protegida Pataca de Galicia, que ampara la producción de Terra Cha-A Mariña en los términos municipales de Abadín, Alfoz, Barreiros, Cospeito, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ribadeo, Trabada, Valadouro, Vilalba y Xermade, la variedad prescrita es la Kennebec, con origen en los Estados Unidos y también muy apreciada. Para poder venderse amparada por la IGP deben ser tubérculos redondos u ovales, con piel lisa y fina en color amarillo claro y la carne debe ser blanca, con una textura firme al tacto y cremosa al ser cocida, consistente en boca. El calibre mínimo deben ser 40 milímetros y el máximo 80 milímetros. Sobre otras variedades tradicionales y de cultivo residual, como es el caso de la Habanera, o las Ganade y Calzona, también se ha trabajado para su recuperación como producto diferenciado y de alta calidad.

Los trabajos más avanzados para proponer a la Unión Europea su inclusión en la indicación geográfica protegida se dieron con la Fina de Carballo, que se cultiva en Bergantiños.

FINCAS DECLARADAS. La Consellería de Medio Rural cerró recientemente el censo de fincas con patatas que deben ser declaradas en las zonas de prohibición. En total, se declararon 4.479 parcelas, 2.115 en A Mariña y 2.364 en el norte de A Coruña, áreas afectadas por la polilla guatemalteca. La Xunta todavía tiene que organizar la recogida pero son los propietarios quienes deben arrancar los cultivos e introducirlos en unos sacos de rejilla fina.

Posteriormente, distintas furgonetas se encargarán de recogerlos para introducirlos en un camión estanco que los transportará para su destrucción.

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