La parroquia de O Freixo, recobra vida con una nueva Festa do Freixó

El barrio de A Igrexa, donde viven tres vecinos, citó a 350 comensales en un evento en el que se elaboraron 4.000 unidades del manjar estrella

En el barrio de A Igrexa, el centro neurálxico de O Freixo, una de las parroquias más grandes de As Pontes y también de las más deshabitadas, viven tres vecinos. Pero ayer se multiplicaron hasta sumar 350. La sexta edición de la Festa do Freixó, un evento gastronómico que organiza la asociación de vecinos con la colaboración del Concello de As Pontes con el objetivo claro de dinamizar el rural y revitalizarlo, demostró que las raíces de los naturales de esta parroquia son profundas y que la cita ya está más que consolidada.

"Aumentou o número de asistentes con respecto ao ano pasado. E este ano tivemos que poñer prazas limitadas. Se máis houbera, máis xente había. Estamos moi contentos, porque funciona moi ben e á xente gústalle participar", explicaba entre prisas, atenta a cada detalle, Olalla Ramil, la joven presidenta de un colectivo vecinal que lucha por fortalecer los vínculos entre los que se quedaron y los que se fueron de la parroquia organizando diversas actividades y eventos a lo largo del año.

La organización tuvo que poner plazas limitadas este año porque la carpa no tiene capacidad para que siga aumentando la cita


En una carpa a rebosar de gente -los 15 voluntarios que se encargaron de organizar todo tuvieron que poner una mesa más a última hora para acomodar a todo el público-, el mal tiempo no supuso un impedimiento para no asistir. Todos cumplieron. Y hasta la taberna, Casa Ramil, que abrió hace 72 años de la mano del padre del actual dueño, Ubaldo Ramil, volvió a cobrar vida con decenas de clientes.

La fiesta, que estuvo amenizada por el Trío Antha, contó con exposición de artesanía y productos del país, pero la gastronomía fue, una vez más, el eje fundamental de todo. Y los freixós los grandes protagonistas. Un total de 14 personas elaboraron unas 4.000 unidades del manjar estrella.

"Se hacen para la comida y si sobran se venden sueltos después", indicó Calixto Acción, el responsable de un trabajo en equipo clave en muchas de las citas gastronómicas de As Pontes, ya que, ademas de en la fiesta que lleva su nombre, la gran freixoeira se instala para trabajar sin descanso en la Feira do Grelo, cada domingo de Carnaval, y en la Feira do Queixo e do Mel de Goente, que se celebra a mediados de octubre.

Un total de 14 personas trabajaron en la freixoeira y reclaman al Concello que la amplíe para poder responder a la demanda



"Empezamos a trabajar a las 7.30 horas y acabaremos sobre las 15.00", indicaba Calixto, rodeado del humo que desprende la plancha en una carpa que guiaba a muchos hacia ella a través del olfato.

En total, para elaborar los 4.000 freixós, en esas macrocifras de la receta del producto homenajeado en la feria, se emplearon alrededor de 70 litros de leche, 60 de agua, 150 kilos de harina, sal y unas 70 docenas de huevos.

"Y este año se hicieron unos pocos de anís por primera vez, sobre unos 400", indicó Calixto, al tiempo que hablaba sobre una "feria consolidada" y una freixoeira que necesita crecer. "Con la demanda que hay, para hacerlos más rápido, tenemos que ampliar la plancha. Ya hablamos con el Concello para ponerle otros tres metros más de largo". La plancha, un invento pontés en el que colaboraron en su diseño dos empresas locales hace más de dos décadas, tiene ocho metros de largo y permite elaborar algo más de medio centenar de freixós al mimso tiempo.

Aunque el freixó es el protagonista, está acompañado en el menú por empanadas y cocido, preparado en el restaurante Ares, de la parroquia xermadesa de Roupar, además de chocolate y nata y requesón y miel para el postre.


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