La oposición ve a Artur Mas como un factor de bloqueo político en Cataluña

Los diferentes grupos rechazan su investidura como president de la Generalitat con argumentos como su supuesta vinculación a la corrupción

Varios grupos de oposición en el Parlamento catalán rechazaron este martes la investidura de Artur Mas como presidente regional con argumentos como su supuesta vinculación a la corrupción y que se haya convertido en un elemento de bloqueo político con su propuesta independentista.

Mas, que gobierna Cataluña desde 2010, presentó este lunes su programa para una nueva investidura, basado en desarrollar la iniciativa independentista que horas antes se había aprobado en la Cámara regional con los votos de su grupo, Junts pel Sí (62 escaños) y la izquierda radical CUP (diez).

La portavoz de Ciudadanos (centristas liberales, 25 escaños), Inés Arrimadas, pidió un nuevo presidente regional con las "manos limpias de corrupción" y acusó a Mas de "mala gestión" y de fomentar la "división" de los catalanes.

El socialista Miquel Iceta (16 escaños) dijo a Mas que "su momento político ha pasado" y le echó en cara ser el "responsable directo del disparate de este lunes", en alusión a la aprobación de la declaración independentista que es "una huida hacia adelante".

El portavoz del grupo de izquierda Si que es Pot (once escaños), Lluis Rabell, advirtió de que "no hay margen para una desconexión formal" de Cataluña con el Estado español, al tiempo que le reprochó que haya favorecido un progresivo empobrecimiento de los ciudadanos.

El líder del PPC en el Parlament, Xavier García Albiol, ha pedido al presidente catalán en funciones que "explore" acuerdos institucionales con Ciutadans, PSC y su partido para formar Govern y no depender de un partido "antisistema y estrafalario" como la CUP.

En su réplica, Mas, aseguró que no está dispuesto a hacer "lo que sea" para ser presidente de nuevo, aunque garantizó que llegará "tan lejos como sea necesario" para "establecer el mandato de las urnas" del 27 de septiembre.

Ese día la suma de Junts pel Sí y CUP dio 72 de los 135 escaños del Parlamento catalán, aunque quedaron por debajo del 48 por ciento de los votos en unas elecciones que plantearon como un plebiscito en favor de la independencia.

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