El gobierno municipal de Foz, del Partido Popular, sufrió ayer un varapalo al tumbar los tres grupos en la oposición (PSOE, Unifoz y BNG) su propuesta de que Augas de Galicia estudiase la construcción de una nueva estación depuradora (Edar) en el barrio de Forxán. Aunque el regidor, Javier Castiñeira, insistió en que no era una aprobación definitiva, sino una propuesta para evaluar la idoneidad del lugar, su idea no convenció al resto de grupos, que con su mayor número de concejales devolvió el proyecto a un estado de punto muerto.
Los numerosos vecinos de Forxán que asistieron al pleno, muy disconformes con la idea de que su zona costera acogiese ese proyecto, aplaudieron a rabiar la votación contraria a los intereses del gobierno municipal.
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