La ola de frío siberiano deja 95 muertos en el Este de Europa

La ola de frío siberiano que azota al Este de Europa ha causado al menos 95 muertos, con los mayores problemas en Ucrania, donde 43 personas han fallecido desde el pasado viernes por unas temperaturas que superan los 20 grados bajo cero.

Según el Ministerio ucraniano de Emergencia, en las últimas 24 horas han muerto trece personas, mientras que desde el comienzo de la ola polar 723 han sido hospitalizadas con síntomas de congelación e hipotermia. Las autoridades han habilitado este miércoles en todo el país 1.735 espacios con calefacción y comida caliente para que los ciudadanos puedan protegerse del frío.

La zona más afectada es la parte oriental de país, donde las temperaturas han caído por debajo de los 20 grados bajo cero. Para mañana se prevé que bajen hasta menos 29 grados.

Mientras, en la vecina Polonia, el frío ha causado la muerte de al menos veinte personas, cinco de ellas esta misma jornada, mientras que se han contabilizado otras dos víctimas por inhalar monóxido de carbono de una estufa en mal estado. En ese país los termómetros se han hundido por debajo de los 20 grados bajo cero, pero los servicios meteorológicos esperan que en los próximos días se llegue incluso hasta menos 30 grados.

En algunas ciudades, como Varsovia, se han encendido fogatas en las calles para que los ciudadanos más desprotegidos puedan calentarse y resistir las bajas temperaturas. El intenso frío ha hecho que muchos ciudadanos busquen calor en estufas caseras, algo que puede ser peligroso si no se toman las debidas precauciones, recordaron las autoridades.

También los países bálticos -Estonia, Letonia y Lituania- sufren una de las peores olas de frío de los últimos años, con temperaturas que en algunas localidades se acercan a los 30 grados bajo cero. Hasta ahora, han muerto cuatro personas en Lituania, donde en numerosas localidades las autoridades han tenido que atender a personas por congelación e hipotermia.

LOS MÁS AFECTADOS, LOS INDIGENTES

En Rumanía el número de muertos por el frío asciende ya a 14, según el Ministerio de Sanidad. Cientos de indigentes han sido llevados a centros sociales en todo el país para que puedan protegerse del frío extremo, que en la provincia central de Covasna alcanzó los 32,5 grados bajo cero. Las primeras nevadas de este invierno paralizaron el país el fin de semana y dejaron Bucarest aislada.

Miles de vehículos quedaron bloqueados en las carreteras cortadas por la nieve, decenas de localidades estaban aisladas o sin corriente eléctrica y el Gobierno recurrió al Ejército y a los servicios de urgencia para rescatar a las víctimas del temporal.

Los meteorólogos explican el fenómeno con una masa de aire frío procedente del sur de Siberia, que se extiende prácticamente sobre todo el territorio de Rusia, y causa el frío extremo que afecta a la mayoría de los países del Este de Europa.

En Bulgaria han muerto en los últimos días cinco personas a causa del frío, que ha llegado hasta los 29 grados bajo cero. Las autoridades han decidido mantener la alerta naranja en casi todo el país ante los pronósticos de que el frío se mantendrá en los próximos días y han cerrado más de mil colegios por el mal tiempo.

En la vecina Serbia han muerto seis personas y otras dos están desaparecidas. En todo el país las heladas son constantes, con la ciudad de Sjenica, en el sureste de Serbia, como el lugar más frío, con 26 grados bajo cero.

Por otra parte, en Hungría se ha registrado hoy la primera víctima mortal de este año por el frío invernal al fallecer por hipotermia un hombre de 66 años en la ciudad de Szolnok, al sureste de Budapest.

También en Macedonia ha muerto una persona a causa del frío extremo, así como en la República Checa, donde una persona sin hogar ha fallecido congelada en un parque público en la ciudad de Plzen.

Mientras, en Turquía la ola siberiana ha obligado hoy a anular 87 vuelos en Estambul, el principal aeropuerto del país, debido a las inusuales cantidades de nieve que han caído en la región. Con entre cero y cuatro grados bajo cero, el noroeste de Turquía vive sus días más fríos en los últimos 33 años. Debido a las nevadas, el gobernador de Estambul dio ayer el día libre a los funcionarios con discapacidades y a las embarazadas, por la dificultad de desplazarse

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