La obras en las presas del Sil obligan a ampliar las subestaciones eléctricas

Las obras de reforma que lleva a cabo la compañía hidroeléctrica Iberdrola en las presa de Santo Estevo y San Pedro, ambas en el Sil entre los municipios de Nogueira de Ramuín, Pantón y Sober, obligan a ampliar las subestaciones eléctricas para poder evacuar el incremento de energía que producirán las centrales en cuanto rematen los trabajos.

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó ayer la autorización para la construcción y equipación de las subestaciones que precisan ambas presas tras la pertinente solicitud de Red Eléctrica de España. Según recoge el DOG, ninguno de los dos proyectos recibieron alegaciones durante el período en el que fueron expuestos al público y la ampliación de las dos subestaciones debe acometerse en un plazo de 12 meses.

El proyecto de Iberdrola para la presa de San Pedro, una obra denominada San Pedro II, supondrá ampliar la capacidad de la central hasta los 40 megavatios cuando en la actualidad está en 25 megavatios.

En el caso de Santo Estevo, la producción de Iberdrola pasará de 265 megavatios a unos 450. Para evacuar la energía que se producirá una vez finalizados los trabajos se necesita contar con una subestación eléctrica de 220 kv en ambos casos. Las instalaciones se realizarán a la intemperie y supondrán una ampliación de las ya existentes. Desde la compañía Iberdrola explicaron que la obra de las subestaciones es una parte más del proyecto que le compete a Red Eléctrica de España y anunció que los trabajos en ambas presas siguen el ritmo previsto de manera que se espera que la ampliación de producción esté en marcha en el próximo 2012.

Iberdrola tiene intención de abrir otra central en Santa Cristina, también en el Sil, pero el proyecto ha de superar más obstáculos. Por un lado, las previsiones de la compañía chocan frontalmente con los grupos ecologistas que denuncian que el entorno natural no soportaría una instalación de tal envergadura y que supondría una agresión al patrimonio natural. También chocan con la intención de las administraciones de no autorizar más explotación hidroeléctrica en la cuenca.

  • Inversiones millonarias y poco empleo. La inversión de Iberdrola en San Pedro asciende a 52 millones de euros y en Santo Estevo a 127 millones de euros. A esas cifras hay que añadir la inversión de Red eléctrica en ampliar las subestaciones. A pesar de la envergadura de las obras, una vez finalizadas, las presas requieren pocos trabajadores y no son un revulsivo para el empleo.

Comentarios