El municipio de Mondoñedo acogió este domingo la primera rapa de la temporada en la provincia de Lugo, la de Campo do Oso. La convocatoria se encontró con un enemigo inesperado: la niebla, que condicionó notablemente su desarrollo. Aunque en otras localidades de la comarca llovía, en el curro no lo hizo.
Como siempre, a primera hora, se subió a buscar los caballos al monte, pero el mal tiempo hizo imposible que este año se localizasen los animales que en otras circunstancias bajan hasta el curro donde tiene lugar la lucha de garañones y el resto del espectáculo. Hasta en tres ocasiones lo intentaron, pero sin suerte, a pesar de que los organizadores aseguraron que este año hay muchos en el monte, pero no pudieron localizarlos "porque no se veía nada a cinco metros".
En todo caso, la organización tenía caballos preparados y el programa diseñado para la jornada se pudo desarrollar igualmente sin ningún tipo de problema, con la rapa y el marcado de caballos incluidos.