La música de la Rusia ancestral arranca los aplausos de los lucenses

Un momento de la actuación. J. VÁZQUEZ
photo_camera Un momento de la actuación. J. VÁZQUEZ

Conocido como el «primer ejército de la paz», el Coro, Ballet y Orquesta del Ejército Ruso de San Petersburgo reunió ayer sobre el escenario del auditorio Gustavo Freire de Lugo a un centenar de artistas que interpretan canciones populares rusas acompañadas de deslumbrantes vestuarios y espectaculares coreografías.

Los lucenses pudieron apreciar un espectáculo nacido en los tiempos de las guerras mundiales del siglo XX, cuando esta división artística del Ejército Rojo llevaba a los soldados de los frentes y hospitales canciones de amor y esperanza. Tonadas como la ‘Danza ucraniana’, ‘Ojos negros’, ‘La danza de los marineros’ o ‘Las campanas de Rusia’, que ayer sonaron en el Gustavo Freire para los lucenses.

Con el tiempo, aquellas voces y otras muchas que llegaron con la paz se convirtieron en uno de los espectáculos rusos más aplaudidos en todo mundo.

El actual director del conjunto, Valery Tkachenko, es uno de los principales embajadores del folclore de la extinta Unión Soviética. El ballet, formado por unos cuarenta artistas, interpreta danzas que hablan de la vida agrícola, del amor y de la guerra.

Gracias a la multitud de grabaciones musicales realizadas por los Coros en las distintas ciudades de Asia, América y Europa, se han convertido ya en clásicos internacionales títulos como ‘Kalinka’, o ‘Subboteya’. En todos ellos, la maravillosa conjunción de voces masculinas distribuidas en cuatro tonos convierte la partitura en un auténtico alarde de potencia y musicalidad.

En la actual gira española del Coro, Ballet y Orquesta del Ejército Ruso de San Petersburgo intervienen algunas de las voces más destacadas de Rusia, como los tenores Kalashnikov, Kolenkov, Tsymbal y Adzihindzhal, los barítonos Stepanov y Solovyev. Todos ellos han estado nominados alguna vez a importantes premios artísticos de la Federación Rusa.

Los asistentes al programa de ayer pudieron contemplar el ejercicio de virtuosismo y destreza que exhiben los músicos y bailarines de la formación marcial, que convierten sus espectáculos en un auténico viaje a la Rusia ancestral.

Comentarios