La multinacional informática asegura que la sanción es ''injusta'' y ''desproporcionada''

Microsoft aseguró hoy en una vista en Luxemburgo que la multa de 899 millones de euros que le impuso la Comisión Europea por abuso de su posición dominante en el mercado es "injusta y desproporcionada" y reclamó al Tribunal General de la Unión Europea su anulación o al menos la reducción de la cuantía.

Bruselas señaló en concreto que la multinacional informática cobró, entre junio de 2006 y octubre de 2007, precios "prohibitivos" por facilitar a sus competidores datos técnicos que éstos necesitan para hacer compatibles sus programas con los de Microsoft.

El representante legal de Microsoft aseguró que si la compañía no fijó antes un precio "razonable" para Bruselas no fue por falta de voluntad de cooperación sino porque la CE nunca le dijo claramente a qué nivel debía situar sus tarifas a pesar de que presentó hasta 13 propuestas, lo que, en su opinión, ralentizó el proceso y por eso resultaría injusto aplicarle una multa basada en una penalización por día de retraso.

Microsoft considera además "desproporcionada" la cuantía de la multa porque se sitúa hasta 40 veces por encima de lo que el citado sistema de tarificación habría reportado a la compañía.

El Ejecutivo de la UE intervino también en la vista  para subrayar la inconsistencia de los argumentos de Microsoft y recalcar que mantuvo un estrecho contacto en todo momento con la compañía en relación a la adecuación de los precios.

Asimismo, defendió la cuantía de la multa por la gravedad de los hechos y explicó que tuvo en cuenta para su cálculo la reducción de precios gradual que fue aplicando la compañía, por eso en un primer tramo -de junio de 2006 a mayo de 2007- la sanción fue de 2 millones de euros al día y en un segundo -de mayo de 2007 a octubre de 2007- la redujo a los 1,5 millones diarios.

Bruselas considera también que al no cumplir una amenaza inicial de elevar la penalización a los 3 millones de euros al día, ya moderó la magnitud de la multa.

Tras la decisión de la CE de 2004, Microsoft empezó a cobrar a las compañías el 3,87 % de los ingresos obtenidos por ventas por usar la patente y el 2,98 % por acceder a la información técnica.

Después de un nuevo aviso de Bruselas en marzo de 2007, redujo esa tarifa al 0,7 % y 0,5 %, respectivamente, pero sólo para las ventas en Europa, y fue sólo a partir de octubre de 2007 cuando comenzó a ceder información técnica por una tarifa plana de 10.000 euros y a ofrecer una patente opcional mundial por el 0,4 % de la facturación.

Microsoft alega también en su defensa que la Comisión cometió numerosos errores de procedimiento y no respetó el derecho de la compañía a ser oída.

En la vista de Luxemburgo también intervinieron dos asociaciones estadounidenses del sector en apoyo de Microsoft y otras cinco plataformas y dos compañías -Red Hat y Oracle- en apoyo de la CE.

Una vez que el Tribunal General pronuncie sentencia, lo que puede llevar aún varios meses, las partes podrán imponer un recurso por cuestiones de derecho ante la máxima instancia judicial europea, el Tribunal de Justicia de la UE

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