La mujer sospechosa protagonizó una fuga hace años

Según un vecino, en la zona era conocido que padecía problemas psiquiátricos desde hacía más de una década, con "depresiones" recurrentes y "ataques" en los que huía de su domicilio, aunque "nunca fue violenta"
Guardia Civil, Policía Forense y Policía Local continuaban a mediodía de este miércoles recogiendo pruebas e indicios
photo_camera Guardia Civil, Policía Forense y Policía Local continuaban a mediodía de este miércoles recogiendo pruebas e indicios

La mujer sospechosa de matar en Arzúa (A Coruña) a dos personas de edad avanzada, tíos de su marido, protagonizó hace unos cuatro años una fuga que mantuvo en vilo a las fuerzas de seguridad y a los vecinos de su parroquia y presentaba desde hacía más de 10 años problemas psiquiátricos que eran conocidos por sus vecinos.

Así lo ha asegurado a Europa Press Manuel Corral, un vecino de la aldea de Outeiro, limítrofe con la zona de Fontela en la que vivía la mujer junto con sus tres presuntas víctimas en dos viviendas aisladas de la población en un área boscosa.

El vecino ha contado que era conocido que la mujer padecía problemas psiquiátricos desde hacía más de una década, con "depresiones" recurrentes y "ataques" en los que huía de su domicilio, aunque "nunca fue violenta", por lo que el caso ha extrañado en la zona.

De hecho, Manuel Corral ha recordado que la mujer, que ahora permanece ingresada en la Unidad de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Santiago, sufrió hace unos cuatro años un "ataque muy sonado", tras el que huyó de su domicilio y "desapareció". Tras días de intensa búsqueda, los efectivos de emergencias la localizaron escondida en una hucha situada en una vivienda antigua dentro de la misma finca.

Además de sus problemas psiquiátricos, la mujer se encontraba afectada por el fallecimiento de su suegra, que se suicidó hace dos años, y por las secuelas que su marido arrastraba a raíz de un accidente de tractor sufrido recientemente.

Guardia Civil, Policía Forense y Policía Local continuaban a mediodía de este miércoles recogiendo pruebas e indicios tanto en la casa principal donde se produjo la agresión al suegro, ahora ingresado en el Hospital Clínico, como en la pequeña construcción en la que residían las dos víctimas mortales, de 84 y 98 años. Los servicios funerarios, también se han acercado hasta la zona, aislada del resto de la población.

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