La mujer sale mal parada de la crisis del campo y cae el número de aseguradas

Una ganadera alimenta a sus becerros (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Una ganadera alimenta a sus becerros (Foto: Xesús Ponte)

Las mujeres sostienen tradicionalmente las sociedades rurales. Son las madres, esposas, cuidadoras habituales de abuelos y nietos y mano de obra especializada para las explotaciones agrarias que sustentan la economía familiar. Este esfuerzo solo se ve compensado en parte, pues la mitad de las trabajadoras del sector agrario no están dadas de alta, no cotizan a la Seguridad Social y no reciben salario ni ningún tipo de prestación. Esta situación se ha agravado en los últimos años porque la caída de beneficios en las explotaciones obliga a reducir gastos y ellas son las primeras perjudicadas por los recortes.

En diciembre de 2013, había 6.889 lucenses afiliadas al régimen de autónomos dentro del sector agrario, según los datos facilitados por el sindicato Unións Agrarias. Esta cifra supone un descenso del 5,71% con respecto a las 7.307 que cotizaban a la Seguridad Social en el mismo mes del año anterior. Es decir, 418 mujeres se dieron de baja en el último año.

El descenso de trabajadores en activo es generalizado en el sector agrario, pero resulta significativa la diferencia entre hombres y mujeres. La caída en el caso de los varones es menor, del 3,14%, al pasar de los 5.667 afiliados a la Seguridad Social que había en 2012 a los 5.489 de diciembre de 2013.

PENSIONES
La prestación media de la mujer es inferior a la del hombre

Las pensiones de jubilación de los trabajadores del sector agrario reflejan claramente las diferencias que se producen durante su vida laboral. Las mujeres reciben una prestación notablemente inferior a la de los hombres porque en su mayoría cotizan el tiempo justo para tener derecho a ella y con la base mínima de cotización.

Desde 2008 no hay régimen específico para el sector y los trabajadores agrarios cotizan como autónomos. Para ver las diferencias entre sexos, basta observar que en 2007 las mujeres recibían hasta 60 euros menos que los hombres en pensiones que no superaban los 400 euros mensuales.

TESTIMONIOS

Ganadera sin asegurar
«Traballo todo o día sen cotizar nin cobrar, pero ten que ser así para vivir»

  • Tiene 35 años y trabaja a tiempo completo en la explotación familiar que comparte con su marido. Por motivos de seguridad, no dice su nombre, pero su historia es la de muchas otras mujeres que trabajan en el sector agrario de sol a sol sin salario ni cotización a la Seguridad Social.

 

Nueva alta en la Seguridad Social
«Teño esta saída porque era a granxa dos meus pais, empezar de cero é imposible»

  • Tras dos décadas de trabajo en el sector comercial, se quedó en paro. Dos años de inactividad fueron suficientes para decidir que debía dar un vuelco a su vida y, desde hace seis meses, se ocupa por entero de la explotación familiar. Hace dos que cotiza a la Seguridad Social como trabajadora del sector agrario. 

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