La mortandad de peces en el Cabe se debió a la falta de oxígeno en el agua

Un vecino y agentes del Seprona observan algunas piezas retiradas del río en Canabal (Foto: Toño Parga)
photo_camera Un vecino y agentes del Seprona observan algunas piezas retiradas del río en Canabal (Foto: Toño Parga)

La Consellería de Medio Rural desveló ayer las conclusiones de los análisis iniciales en torno a las posibles causas que motivaron la mortandad de peces en el río Cabe a la altura de Canabal registrada el pasado viernes. Las investigaciones no detectaron ningún foco de contaminación, por lo que concluyen que el suceso se debe a falta de oxígeno en las aguas, según explicaron fuentes de la Xunta.

El departamento de Conservación da Natureza, integrado en Medio Rural, precisó que el número de truchas muertas recogidas fue de unas 50, mientras que el de otros peces superó la cantidad de 40. El cómputo no tuvo en cuenta otros daños en el resto de la fauna del río ni en la flora.

Medio Rural constató que nada más conocerse el suceso se puso en marcha el protocolo establecido ante mortandades en ríos, sin llegar a detectarse ningún vertido desde fábrica o viviendas, por lo que comenzaron a barajarse otras posibilidades, relacionadas con el caudal y la temperatura, así como respecto a la existencia de algunas algas que se pueden forman en determinadas circunstancias por falta de corriente.

«Tras unha primeira investigación, non se percibiu ningún punto claro de contaminación, polo que a morte destes animais ten toda a probabilidade de ser por asfixia», puntualizaron fuentes de la consellería.

En cuanto a la reducción de oxígeno en el agua del Cabe, Medio Rural manifiesta que «posiblemente vén provocada pola baixada do caudal dos ríos, propia destas épocas do ano ante a falta de chuvia, o aumento da temperatura das augas e, polo tanto, a evaporación do osíxeno que está disolto na auga».

Conservación da Natureza agregó que tanto las truchas como los peces precisan de al menos cinco miligramos de oxígeno en el agua, nivel que estaría por debajo en el momento de la mortandad.

La merma vendría dada por la bajada de caudal al no llover lo esperado en los últimos meses y también a causa de la elevada temperatura que alcanza el agua. A mayor número de grados, mayor evaporación.

Vigilancia

Sobre las explicaciones facilitadas por la Xunta, aficionados a los deportes fluviales y pescadores insisten en decir que sería preciso mejorar el control del caudal del río Cabe en algunos puntos a partir de las presas existentes tanto antes del tramo urbano de Monforte como después.

Los vecinos de Canabal, que también solicitan mayor vigilancia sobre el Cabe, dijeron ayer que «si bien las condiciones climáticas pueden afectar, no es normal que todos los años ocurran desastres de este tipo», dijo un vecino. «Si se sabe que puede pasar, se debe tener en cuenta», añadió.

Nada más conocerse el desastre ecológico, algunos vecinos e incluso el Ayuntamiento de Sober supusieron que el origen estaría en vertidos desde la depuradora del polígono de Monforte, donde la dotación es escasa para el volumen a tratar.

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