La montaña está envuelta en una mística que Elena Parga conoce muy bien. Su naturaleza salvaje, el cielo a la altura de las manos, el ser humano contra sí mismo... Para muchos, estas historias atraen por su carácter prohibido. Para ella, es simplemente una forma de vida. Esta bióloga y montañera lucense, afincada en el valle de Benasque, Huesca, viaja esta semana a China para avanzar una fase más en su propia aventura, una mochila llena de recuerdos al a que le quedan todavía muchos por sumar.
Esta no será la primera vez que Parga viaje a China, un país que la sedujo desde la primera mirada: "Estuve allí en 2014 y me conquistó. Conocí gente, hice algunos contactos y ahora se dieron las circunstancias para que pueda ir allí a trabajar, pero también con la idea de conocer alguna zona nueva y volver a Linnin, que es una escalada de fisura, muy técnica, que no se da en muchos sitios del mundo y tiene mucho de exótico y de especial", explica la bióloga lucense.
"En Linnin hay una zona de escalada de fisura que no se da en muchos sitios del mundo. Es muy exótico y especial"
Sichuán, uno de los principales hogares del oso panda, será durante los próximos dos meses parte del mapa donde Elena Parga compaginará su trayectoria profesional con su pasión, todo un lujo que no todo el mundo logra alcanzar. "Lo que voy a hacer a China son unos trekkings por la zona de Sichuán y Jinnan. Yo soy guía de montaña, y me voy a trabajar con una empresa china que me ha dado la oportunidad. Por lo que parece, no hay muchas personas en China con la titulación oficial de guía de montaña y que hablen en inglés, por lo que suelen trabajar con extranjeros. Entonces iré a trabajar, pero mi idea es escalar, conocer mejor la zona y a ver si surgen más proyectos", cuenta.
La montañera lucense, que ya ha estado en lugares como Nepal, Jordania, la India, Sudamérica o los Alpes, siempre tuvo claro que tenía que vivir cerca de su pasión: "Yo nací en Lugo, estudié en Santiago y luego estuve unos años en un departamento en Lugo. Pero tuve la oportunidad de salir y acercarme al Pirineo, que es donde me apetecía vivir. Aquí puedo practicar todos los días deporte, esquí, escalada, escalada en hielo... El valle de Benasque, que es donde vivo, me ofrece todo esto porque yo quiero tenerlo cerca", narra la bióloga.
"Trabajé en temas de investigación de alta montaña y hace unos años monté una empresa, Pirinature, que trabaja con el medio ambiente, realizando proyectos de ecoturismo. Y también soy guía de montaña", añade Parga: "He estado muy ligada a la montaña, que es donde desarrollo mi pasión, y donde he hecho parte de mi trabajo".
Como viajera experimentada, la bióloga lucense reconoce que apenas necesita tiempo para empaquetar y volver a despegar: "La preparación es lo que menos me preocupa porque la maleta la hago enseguida" reconoce la aventurera.
Dentro de dos meses, Elena Parga regresará a Benasque con nuevas historias que contar. Y también con otros tantos nuevos proyectos en su mente, pero esa es otra historia.
