Fue, durante veinticuatro años, presidente de las apas de colegios concertados. Ahora, ya con un nieto, es portavoz. Este fin de semana participará en las jornadas sobre cómo educar en el consumo organizadas por Concapa, a las que acudirá el titular de Educación, Jesús Vázquez.
Lleva una buena parte de su vida dedicado a la educación pero viendo los toros desde la barrera de las familias. Pese a que sus hijos ya no están en edad escolar -sí comienza, en cambio, a estar su nieto, de 3 años-, Manuel Gandoy Rodríguez sigue preocupado por estos temas y, a través de Concapa, organiza unas jornadas nacionales sobre educación y consumo, que tendrán lugar este fin de semana en el Gran Hotel.
¿A quién van destinadas estas jornadas?
A las familias. Son las cuartas que se organizan a nivel nacional. Los otros años se hicieron en Valencia, Málaga y Guadalajara. Serán en el Gran Hotel y se desarrollarán desde este viernes hasta el domingo.
¿Qué ponentes acudirán?
Estarán, entre otros, la directora xeral de Consumo, María Nava Castro Domínguez, y el ex conselleiro de Educación Celso Currás. También tenemos confirmada la asistencia, aunque no como ponente, del actual titular del departamento, Jesús Vázquez.
¿Por qué decidieron hacer unas jornadas sobre esta cuestión?
Detectamos una gran preocupación de los padres por los hábitos de consumo de sus hijos. Hay muchos preadolescentes que toman alcohol en los botellones y, en cambio, sus padres desconocen el tema. Otra cuestión que se abordará es la importancia de divulgar actitudes solidarias en la escuela para fomentar la igualdad, especialmente en esta época de crisis económica.
¿Son muy altos los índices de participación de preadolescentes lucenses en botellones?
Sobre esto no hay datos pero sí tengo constancia de que en el Hula se están registrando menos casos de comas etílicos en esta franja de edad desde que comenzó la crisis. Fundamentalmente, porque no manejan dinero.
¿Cómo piensa que afectará la crisis a los colegios concertados?
De seguir así la situación, los posibles recortes drásticos que pueda haber, también en materia de educación, pueden perjudicar las subvenciones de los concertados. Hay preocupación, pero se debe tener en cuenta que los padres de alumnos de colegios concertados somos contribuyentes y, por otra parte, una plaza escolar en un centro concertado es más barata que en uno público. Así que entendemos que, tal vez, podremos seguir en una situación similar.
¿Sobrevivirán a los públicos?
Quizás, por la inversión acometida y la remodelación de las aulas, tengan más garantía de permanencia los centros públicos que los concertados. Sin embargo, la infraestructura actual de centros públicos no da cabida a todas las plazas que se necesitan, por lo que creo que ambos tipos de centros convivirán.
De todas formas, hay centros públicos que no se llenan.
Eso es por un problema de baja natalidad. En algunas zonas se detectó un movimiento de la población hacia la capital y la ratio de alumno por plaza es excesivamente corta. En la capital, casi todos los centros públicos tienen la ratio completa.
¿Ve, realmente, probable que algún colegio concertado de Lugo pueda llegar a cerrar si cede la ayuda de la Xunta?
La mayoría no sobreviviría. Muchos padres llevan a sus hijos a estos colegios por la ideología del centro pero tienen pocos recursos como para pagar por la educación.
¿Las subvenciones que les da la Xunta son amplias?
Son muy ajustadas porque el dinero no va solo para los profesores, también va para cubrir otros gastos como calefacción, luz o mobiliario. Se asigna un dinero por profesor y aula, pero de los seis colegios concertados que hay en la capital lucense y quince en toda la provincia, hay algunos que tienen realmente incluso pérdidas económicas.
Si realmente hay tantos problemas económicos y teniendo en cuenta que muchos de ellos funcionan como empresas privadas, ¿está realmente garantizada la calidad educativa?
Lo fundamental es la ideología. Al asumir el profesorado, tanto interno como externo, un alto compromiso con el centro, se garantiza la calidad educativa. Los maestros de la concertada y la pública son similares, pero en la concertada hay más complicidad del profesorado con el centro y esto influye en su dedicación y en la organización de actividades complementarias.
¿Cuántos alumnos lucenses estudian, actualmente, en colegios concertados?
Cerca de 4.000.
¿Y cómo oscila esta cifra?
Se mantiene, más o menos permanece estable.
Hace meses la Fapacel denunciaba a Educación que los niños con necesidades especiales no eran absorbidos por los centros concertados.
El profesorado en los centros concertados da una atención plena a los alumnos y no es fácil encajar a uno nuevo de estas características. Por otra parte, la Xunta no da un concierto mayor para poder sostener a un profesor de apoyo.
