Los tres de Oriente acudieron a su encuentro con los niños de la comarca a pesar de que el viento obligó a suspender algunas cabalgatas. Ayer tocaba presumir de juguetes nuevos.
ni el bravo temporal impidió la llegada a la comarca de los Magos de Oriente y, aunque algunos de los desfiles del domingo tuvieron que ser suspendidos por las fuertes ráfagas de viento, los Reyes acudieron a su encuentro con los niños, que los recibieron cargados de ilusión y peticiones de última hora. Ya por la noche repartieron en secreto los regalos en cada hogar para convertir la jornada de ayer en una de las más felices del año.
Aunque la crisis también obliga a los Reyes a ser más austeros, intentaron cumplir las peticiones de los pequeños, que ayer estrenaron todos sus juguetes. Muchos lo hicieron en sus casas pero otros salieron contentos a los paseos y plazas para enseñarlos a sus amigos y jugar juntos, que es como más se disfrutan.
