Este fin de semana toda la comarca está de celebración. El municipio de Mondoñedo regresa al pasado con el mercado medieval, San Cibrao se entrega en brazos de la Maruxaina y Burela acoge una feria de antigüedades en el pabellón de los institutos.
El calor y el buen tiempo hicieron que cientos de personas se acercaran hasta Mondoñedo para disfrutar del ambiente y del espectáculo que reinó en la ciudad con el mercado medieval. El pregón abrió oficialmente esta cita cargada de puestos y actividades.
Artesanía, gastronomía y oficios tradicionales son el principal atractivo de la fiesta. El público se mueve por todo el entorno de la catedral y se acerca de manera curiosa a contemplar los puestos que ofertan todo tipo de hierbas curativas y otras infusiones.
En la plaza de la catedral, los niños juegan en el tiovivo ambientado en la época medieval que funciona gracias al pedaleo de un señor que, a la vez, controla el tiempo que los pequeños están subidos en la atracción mediante un reloj de arena. Cada detalle está pensado, las tabernas montadas para la ocasión utilizan la paja como asiento y los bares instalados en la zona aprovechan para sacar a la calle barriles que los asistentes usan como improvisadas mesas. El calor del mediodía provoca que en Mondoñedo no quede una sombra libre, aunque la gente se mueve hacia la fuente que mana vino para poder refrescarse y disfrutar del entorno.
Los pasacalles ofrecidos durante toda la mañana por Airiños do Padornelo animaron la ciudad episcopal, junto a los músicos de la Corte, coplas de cego, mesnadas mindonienses, zancudos y malabares. Todos los visitantes que pasaron por la localidad pudieron probar de forma gratuita torreznos, pan, vino y cerveza. Las exhibiciones de cetrería, a mediodía y a las 19.30 horas llamaron la atención. Los pequeños disfrutaron por la tarde con los juegos tradicionales que organizó la asociación O Cadaval.
La venta de tiques para la cena medieval no cesó durante toda la jornada. «Todo foi sobre rodas, recibiuse moita afluencia porque o tempo acompañou», comentó Xusto Fernández, el concejal de cultura. Después de la cena, un gran espectáculo de teatro, fuego y pirotecnia animó el principio de la noche y acto seguido, el grupo de música Trópico de Grelos continuó la animación de la fiesta.
El mercado continúa abierto hoy, hasta las 22.30 horas. En el programa destaca una boda mozárabe a las 13.00 horas.
Maruxaina
La localidad cervense de San Cibrao festejó ayer la Maruxaina, a la que vecinos y visitantes se sumaron de forma masiva. «Hai moito ambiente e veu xente de moitas partes de Galicia, houbo máis que outros anos», comentó Alfonso Villares, el alcalde de Cervo. La jornada se inició con las charangas NBA, Os Jalacticos y Os Kilombeiros.
Todas las personas que acudieron a la cita vestidas se juntaron a media mañana en la Prazoleta para iniciar el paseo por el pueblo hasta el puerto con la intención de invocar a la Maruxaina a sumarse a la celebración. Los asistentes se juntaron para disfrutar de la típica comida de convivencia en la playa de O Torno y en otros arenales de la villa marinera. La competición de juegos populares, como la cucaña, la carretilla, el gusano y el tradicional tiro de la cuerda, puso el punto y seguido por la tarde.
El encendido de las antorchas, antes de medianoche, tiene como fin orientar a los marineros que llegan al pueblo para atrapar a la sirena. A continuación se apaga el alumbrado, se ilumina la Concha y la playa para dar comienzo a la sesión de fuegos de artificio. El desembarco de la sirena preludia el inicio del juicio a la ninfa, que este año representa el grupo teatral Celigras. A Maruxaina recala después en la plaza de los Campos, donde Mistura danza para festejar el regreso del encanto.
Pasadas las doce de la noche, estaba previsto que los asistentes degustasen la tradicional queimada popular para ayudar a calentar el cuerpo y a encender el espíritu. La fiesta continuó hasta altas horas de la madrugada con las orquestas Trole y Bluestar.
Feria de antigüedades
La cuarta edición de la feria de antigüedades de Burela reúne desde ayer, en el pabellón de los institutos, a una veintena de expositores llegados de diferentes puntos de la geografía española para mostrar sus más preciados artículos a todos los que estén interesados en adquirirlos. Uno de los expositores, procedente de A Coruña, tiene «curiosidades, no anticuarios», entre los que figuran tebeos del año 1930 e incluso piezas de 1700, como una de las primeras bombas incendiarias de la primera Guerra Mundial, entre otras. También se pueden encontrar diversos tipos de instrumentos, micrófonos y teléfonos antiguos en un puesto que acude desde Francia.
«Ahora vende el precio, no las cosas», comentó un expositor de Valladolid, quien exhibe piezas muy antiguas, entre las que destaca un sello del obispado con forma de niño Jesús. Una anticuaria de Normandía trajo hasta la localidad joyas de todos los precios y muy varidadas. «Son trabajos muy finos que consigo en subastas, tengo joyas de los años 30 y 50 del siglo pasado», explicó.
Una pareja de Gijón, en cambio, compra los objetos a particulares y por internet. «Te inicias en este mundo gracias al coleccionismo, empiezas adquiriendo un par de objetos y cuando te das cuenta posees una colección entera», señalan. Desde papel de fumar de 1923 hasta postales de 1900 se pueden encontrar quienes visiten la feria de antigüedades de Burela.
